Miles de personas recorrieron el domingo las calles del centro del Madrid en la primera gran manifestación contra la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno y que ha sido convocada por varias asociaciones pro-vida.

La marcha, que arrancó a las 12:00 del mediodía frente al Ministerio de Igualdad y transcurrió hasta el Congreso de los Diputados, quiso expresar su desacuerdo contra el plan del Ejecutivo que permite, entre otros puntos, el aborto libre en las 14 primeras semanas de gestación.

Los manifestantes vestían de rojo y portaban pancartas con frases como "Si tu madre hubiera abortado tú no estarías aquí, "Yo también fui un embrión" y gritaban cánticos como "Zapatero, carnicero".

Las cifras de participación oscilaban entre las 500.000 que daban los organizadores, y las 10.000 ofrecidas por la Policía, según informaciones de diversos medios. Fuentes del Ayuntamiento de Madrid y de la Policía no estuvieron inmediatamente disponibles para confirmar las estimaciones.

La marcha fue convocada, entre otras organizaciones, por Médicos por la vida, el Instituto de Política Familiar o Provida, y tiene como base el Manifiesto de Madrid firmado por un millar de científicos e intelectuales que afirman poder "respaldar científicamente" que la vida empieza en el momento de la fecundación.

La futura ley, que no contemplará el aborto como delito penal, permitirá a las mujeres decidir libremente en las primeras 14 semanas de gestación y ofrecerá la posibilidad de abortar en caso de que exista un grave peligro para la vida o la salud de la embarazada y cuando se detecten graves anomalías en el feto hasta la semana 22.

Una de las principales polémicas es que la futura norma recoge que con 16 años una joven podría abortar sin el consentimiento de sus padres.

La Conferencia Episcopal española ha entrado de lleno en la polémica con una controvertida campaña publicitaria, en la que un bebé gateando reclama protección de la sociedad junto a un cachorro de lince, sobre el que figura el lema "especie protegida".

La normativa actual en España, aprobada en 1985, permite abortar en tres supuestos: si existen malformaciones del feto, si las mujeres han sido víctimas de una violación o si existe riesgo para la salud de la madres, un supuesto que incluye los riesgos psicológicos.

Según datos hechos públicos recientemente, el número de abortos en España se ha duplicado en la última década. En 2007 se practicaron 112.000, mientras que el 1998 el total fue de 53.000.