Casi un millón de iraquíes carecen aún de alimentos adecuados, aunque este número se ha reducido frente a los 4 millones que había en 2005, dijo el miércoles el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.

Irak se las ha apañado para evitar una crisis humanitaria de grandes proporciones al usar su riqueza en petróleo para financiar un amplio sistema público de distribución de alimentos, el mayor de su tipo en todo el mundo, dijo el PMA.

Sin ayuda estatal, un tercio de los 29 millones de habitantes de Irak se enfrentarían con "auténticas dificultades para asegurarse el alimento", según el informe.

Un sondeo en todo el país llevado a cabo por el PMA y el Gobierno iraquí halló que 930.000 carecen ahora de acceso a alimentos adecuados. Una encuesta similar llevada a cabo en 2005 arrojó un dato de 4 millones.

"Podemos dar una cauta acogida a estas cifras", dijo Edward Kallon, director del PMA para Irak.

"Digo cauta porque 930.000 personas aún son demasiadas para un país relativamente rico. Además, hay 6,4 millones de personas más que no tendrían asegurado el alimento si no fuera por redes como el sistema público de distribución", añadió.

Las cifras sugieren que las penurias económicas se redujeron para la mayoría de los pobres iraquíes, aunque la situación de seguridad en el país empeoró dramáticamente en 2006-2007, cuando muchos iraquíes huyeron de sus casas.

La seguridad ha mejorado de nuevo en el último año. El Programa Mundial de Alimentos proporciona comida a 750.000 desplazados iraquíes.

El Gobierno iraquí dice que quiere sustituir en el futuro las entregas estatales por un sistema de alimentos casi gratuito para todo aquel que tenga un sistema de seguridad social.

El sistema, que proporciona a los iraquíes raciones mensuales de productos como harina, aceite y leche para lactantes, es "el mayor programa público de alimentos que existe en el mundo hoy día", dijo el PMA en su informe.

Añadió que el sistema no siempre funciona a la perfección, y que algunas personas dicen que hay productos que faltan en sus raciones mensuales.

Casi la totalidad de estos alimentos se adquieren en el extranjero a través del Ministerio de Comercio, empleando dinero obtenido de la exportación de crudo.

La agricultura iraquí ha decaído también. El informe señaló que el país experimenta ahora una de las peores sequías de la última década, y se espera que la producción de trigo y cebada caiga un 51 por ciento en 2008-09 frente a los niveles del año pasado.