El PP no ahorró ayer en descalificaciones. 'Es un auténtico monumento a la improvisación', dijo el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro a la hora de opinar sobre el nuevo sistema de financiación. Además lo tachó de 'antisocial', de 'desbarajuste' y consideró que se trata de 'una falta total de respeto a la Constitución y al Estado de las Autonomías'.

Pero a pesar de tanta indignación, las comunidades gobernadas por el PP no dudarán a la hora de aceptar el dinero que les dé el Gobierno. 'Más vale pájaro en mano que ciento volando', reconoció Montoro al recordar 'la carestía presupuestaria' que se vive en estos momentos y que, a su juicio, justifica la postura contradictoria del PP.

Montoro, que no quiso pronunciarse sobre lo que hará cada presidente de su partido, señaló, a modo de disculpa, que 'cuando hay un agujero tan grande, algo hay que coger de lo que pasa por delante'.

Aunque la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, había anunciado que se iba a destinar el 80% del total de los recursos del sistema para garantizar la prestación de los servicios públicos fundamentales, para los conservadores suponía un 'retroceso en el estado del bienestar porque pone en riesgo la igualdad de los españoles a la hora de acceder' a la sanidad, la educación o las prestaciones sociales.

El partido de Mariano Rajoy también criticó que este modelo se financie 'con mayor déficit'. Denunciando que se había 'elevado caprichosamente' hasta los 11.000 millones de euros. Montoro fue enumerando, de un modo tremendamente catastrofista, todo lo que eso iba a acarrear. 'Traerá más crisis y más paro', alertó. Y 'agravará la política económica' del Gobierno. Sin olvidar, entre otras consecuencias, 'menos crédito para las pymes, autónomos y familias' y una 'subida de impuestos para el año 2010'.

Montoro cargó contra Zapatero pero, sabiendo lo que su partido se juega en Catalunya, no quiso decir si le parecía o no injusta la cifra que se le ha atribuido. A su juicio es legítimo que los catalanes intenten mejorar su financiación, otra cosa es que 'se haga como se está haciendo'. Para el portavoz conservador este sistema es un ejemplo de cómo el Ejecutivo socialista depende 'de las necesidades políticas del tripartito catalán'. Además, recordó que la postura de ERC es 'un auténtico espectáculo, un portento político de la negociación'.

El presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, fue más allá que su compañero de filas al afirmar que 'todo el mundo sabe que el cierre del modelo depende de ERC' y mantuvo que 'nada de lo que está sucediendo habría pasado sin el Estatut'. Arenas cree que 'lo que hay que comparar son los 1.795 millones' que Andalucía recibirá 'con los 3.855 millones que recibe otra comunidad que tiene muchos menos habitantes y parados', informa Raúl Bocanegra.

Algo que no comparten dentro del PP catalán quienes consideran que van a recibir 'menos de lo que necesitan' para hacer frente a la crisis y 'menos de lo que Zapatero había prometido'. 'Tras esta película tan larga, esperábamos un final espectacular. Pero hay un acuerdo pobre, decepcionante y lleno de ambigüedades', protestaron.