Las cifras del agujero en las cuentas de la Administración General del Estado conocidas ayer no podían ser más desoladoras. 3,41% de déficit en sólo cinco meses, apenas una décima menos del tope marcado por el Gobierno de Mariano Rajoy para todo el año, 3,5%. La brutal caída de los ingresos y el pago del coste de la deuda explicaban en buena medida los malos números difundidos ayer por el Ejecutivo.

Pésimas cifras a las que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quiso quitar todo el hierro que pudo. Preguntado hoy en los pasillos del Congreso, afirmó que el déficit del Estado 'no ha agotado su margen'. 'No es así, lo siento', dijo, casi burlándose de los titulares que han copado las portadas de todos los medios en las últimas horas. Y no es así, explicó, porque las transferencias entre administraciones públicas no computan como déficit público y porque las políticas tributarias 'no se corresponden con los ritmos del año anterior', ya que se están agilizando las devoluciones fiscales, como es el caso del IVA a empresas, pymes y autónomos. No obstante, reconoció que la evolución de la recaudación de ingresos está siendo 'débil'. Las cifras, defendió, hay que decantarlas, depurarlas.

¿Y para ello se subirá finalmente el IVA? ¿Se suprimirá la deducción por vivienda que reimplantó Rajoy en diciembre y que ha pedido el FMI? El ministro de Hacienda no dijo ni palabra. Simplemente aseguró que el objetivo de cumplimiento del déficit es absolutamente 'inexcusable', y que es un compromiso ineludible para España porque ello además permitirá salir al país de la crisis y seguir avanzando hacia la 'integración europea'. 'No se puede construir Europa sin equilibrio presupuestario', reseñó. El mensaje más parecido a que al Ejecutivo no le temblará el pulso llegó casi al final de su respuesta: 'Promoveremos todas las acciones para que el déficit se corrija en España, no sólo en el Gobierno central sino en todas las administraciones'. Es decir,  no descartó el aumento del IVA o la supresión de la desgravación por la compra de vivienda habitual.