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Morales acepta el diálogo directo con los indígenas tras rechazarlo durante dos meses

EFE

El presidente de Bolivia, Evo Morales, aceptó hoy un diálogo "directo" con los dirigentes indígenas que mañana llegarán a La Paz tras más de dos meses de marcha, durante los cuales el gobernante rechazó el encuentro.

Una carta enviada a los líderes indígenas por el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, difundida por la agencia estatal ABI, señala que el diálogo será para concertar sus demandas "en el marco de la más amplia disposición y voluntad política".

Los indígenas, que hoy cumplen 65 días de marcha pacífica desde la Amazonía, exigen a Morales que detenga la construcción de una carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), financiada por Brasil y construida por una firma brasileña.

Los caminantes, que acampan esta noche a las puertas de La Paz, en el caserío de Urujara, echaron del lugar al viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Cesar Navarro, que fue a decirles que Morales finalmente accedió al diálogo que exigían sin éxito desde que empezó la marcha el 15 de agosto.

También rechazaron las ropas y los alimentos que les llevaron las ministras de Justicia, Nilda Copa; Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, y Transparencia, Nardi Suxo, que fueron abucheadas y obligadas a irse, informó la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) en su sitio web.

Según la Cidob, un "grupo de avanzada" de la marcha que preparaba el campamento "abucheó" a las ministras por la "soberbia" con que ha actuado el Gobierno de Morales con los indígenas, que fueron reprimidos violentamente por medio millar de policías el 25 de septiembre, tras la visita de varios ministros.

La vicepresidenta de la Confederación de Mujeres Indígenas de Bolivia, Judith Rivero, dijo a la radio Erbol que las ministras fueron echadas porque "ya no es hora de que vengan a hacerse las solidarias".

Los 2.000 amazónicos que han hecho la travesía pretenden llegar este miércoles hasta la plaza Murillo, sede del Gobierno y del Legislativo, para escuchar misa en la catedral, como hicieron en 1990 los primeros indígenas de esa misma región que marcharon hasta La Paz para exigir respeto a su territorio.

La marcha llega dos días después de que Morales sufriera su primera derrota electoral desde 2005, en unos comicios judiciales en los que la oposición impulsó los votos nulos o en blanco, que superaron un 60 %, y el mandatario los sufragios válidos, que no llegaron a 40 %.

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