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Moraña El parricida de Moraña reconoce que mató a sus hijas con una radial y dice estar "muy arrepentido"

David Oubel afirma ante el tribunal que, en contra de lo que alegaba inicialmente su defensa, cometió el crimen en plenas facultades mentales y también que no tenía un trastorno "suficiente" que alterase su comportamiento

David Oubel, este martes durante el juicio. EFE/Salvador Sas

EFE

David Oubel, el hombre acusado de matar brutalmente con una sierra radial a sus dos hijas de nueve y cuatro años en Moraña (Pontevedra), ha reconocido haber acabado con la vida de las dos niñas y ha asegurado estar "muy arrepentido".

Ante el tribunal que le juzga desde hoy en la Audiencia de Pontevedra, Oubel ha señalado que las personas "a veces" viven situaciones "límite" y se toman decisiones nefastas, "de las que me arrepiento y por las que pido perdón". En su caso, ha señalado, provocó "algo de lo que estoy muy arrepentido". "No tengo manera de solucionarlo", ha añadido.

El parricida confeso ha asegurado además en esta vista que, en contra de lo que alegaba inicialmente su defensa, cometió el crimen en plenas facultades mentales y también que no tenía un trastorno "suficiente" que alterase su comportamiento.

El crimen se produjo en el interior del domicilio de David Oubel, situado en el lugar de O Casal (Moraña), en donde se encontraban las dos hermanas -Candela, de nueve años, y Amaia, de cuatro- disfrutando del período de vacaciones estivales que le correspondían en virtud del acuerdo por la custodia alcanzado con su exmujer.

El fiscal del caso, Alejandro Pazos, ha explicado que las primeras personas que acudieron al lugar del crimen se encontraron una escena "horripilante", ya que el acusado se ensañó con las niñas, asesinándolas con crueldad utilizando una sierra radial y un cuchillo, instrumentos "contundentes y absolutamente letales". Antes de hacerlo, las drogó con benzodiazepinas y relajantes musculares "diluidos en cacao" para "adormecerlas" o al menos lograr que estuviesen con un "nivel bajo de conciencia" y conseguir "disminuir" su capacidad de defensa. "Tenía la intención inequívoca de matar", ha destacado el fiscal.

Al confesar, David Oubel reconoce que, tal y como ha relatado el representante del Ministerio Público, primero se dirigió a su hija menor, que presentaba un bajo nivel de consciencia por el efecto de los fármacos ingeridos y le causó varios cortes profundos en el cuello con la radial y el cuchillo. La hermana mayor aún estaba consciente al no haberle hecho efecto los fármacos, por lo que la ató con una cinta americana antes de usar sobre ella ambas armas homicidas.

"Difícilmente alguien en sus cabales puede hacer una acción tan monstruosa como ésa y más cuando las víctimas son sus hijas", ha resumido el fiscal, evitando dar más detalles del crimen para no herir sensibilidades.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitan que el parricida sea condenado a la pena de prisión permanente revisable como autor de dos delitos de asesinato cualificados por la alevosía y agravados por el hecho de que las víctimas, sus dos hijas, eran menores de 16 años. Además, la Fiscalía reclama que el tribunal le impida acercarse a menos de un kilómetro de su exmujer ni comunicarse con ella por un periodo de treinta años, y que ésta sea indemnizada por el acusado con 245.000 euros por el asesinato de sus hijas.

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