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El mundo trata de blindarse ante un colapso financiero

El BCE aprueba una masiva intervención en el mercado de deuda para comprar bonos italianos y españoles

PILAR BLÁZQUEZ

Los teléfonos de los grandes mandatarios mundiales echaron humo ayer. Desde el BCE, hasta el G-20 y los líderes de Economía del G-7 intercambiaron todo tipo de propuestas con un único objetivo: frenar un posible colapso financiero en los mercados.

Tras los primeros contactos telefónicos se estableció la necesidad de que los responsables de Finanzas y los gobernadores del G-7 mantuvieran una teleconferencia en la pasada madrugada. La idea era tener un paquete de medidas contundentes antes de la apertura de las bolsas asiáticas, las más madrugadoras del mundo, que comienzan su operativa a las dos de la madruga de España.

El G-7 coordinó durante el fin de semana una intervención

El primer comunicado oficial llegaba desde el Banco Central Europeo. Tras un intenso fin de semana de tiras y aflojas, el presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, logró el apoyo de Alemania para abordar una masiva intervención en el mercado secundario de deuda pública en el que hoy comprará bonos italianos y españoles. Se trata de evitar así que los diferenciales de esos países se disparen frente al alemán, lo que obligaría a un rescate de ambas economías.

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, emitieron un comunicado conjunto en el que mostraron su satisfacción por las medidas de ajuste fiscal adoptadas por Italia y España y se comprometieron a que las medidas adoptadas por los líderes del Eurogrupo el pasado 21 de julio (reforma del Fondo de Rescate y nuevas ayudas a Grecia) se apliquen en su totalidad antes de que finalice el mes septiembre.

La ministra de economía española, Elena Salgado, quien también mantuvo múltiples contactos durante todo el fin de semana con sus homólogos europeos ante las tensiones en los mercados de deuda, explicó ayer que, para hacer frente a los mercados, lo más importante en la UE es que haya una rápida implementación de los acuerdos adoptados por el Eurogrupo el 21 de julio.

Francia y Alemania se comprometen a adelantar la reforma del fondo de rescate

Japón había comunicado oficialmente alguna de las medidas esperadas. El Banco Central nipón venderá yenes para estabilizar el precio de su moneda y también prohibirá la posibilidad de que los especuladores apuesten a la baja cuando no tengan títulos (las llamadas posiciones cortas desnudas). Algunos medios apuntaban a que EEUU podría también prohibir esa operativa, aunque al cierre de esta edición no había confirmación oficial.

Junto a estas medidas, lo único que podría calmar las tensiones es una intervención coordinada en todos los mercados para evitar que haya un colapso financiero como el que ocurrió tras la quiebra de Lehman Brothers. Se trataría de inyectar liquidez para que los bancos no tengan problemas en su actividad diaria.

'Deben ser acciones contundentes. Intervenciones directas que tengan repercusión en los mercados. La situación es muy preocupante y ahora no se soluciona con una declaración de intenciones', explicó José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

Japón prohíbe las ventas a corto; EEUU también podría hacerlo

El subdirector del Ministerio de Finanzas japonés, Fumihiko Igarashi, evitó confirmar en la televisión nipona que se fuera a dar una información pública tras las negociaciones. 'En el mercado de divisas una actuación por sorpresa es importante, por eso no creo que sea una buena idea anunciar nada previamente, aseguró.

En EEUU, también se trabajó a contra reloj durante todo el fin de semana para evitar una debacle del dólar. Además, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, confirmó que se mantendrá en su puesto en contra de los rumores que durante el fin de semana ya le colocaban lejos de Washington.

El miedo a una recesión mundial ya llevó la semana pasada a que los mercados mundiales perdieran 2,5 billones de dólares y las perspectivas para la que comienza hoy no son nada halagüeñas.

Las bolsas de Oriente Medio, las únicas que abrieron ayer, sufrieron fuertes caídas. La Bolsa de Tel Aviv perdió un 7%, después de haber sido suspendida durante más de una hora al inicio de la sesión. Un 4,54% perdió el principal índice bursátil de Egipto y la Bolsa de Dubái registró su mayor caída desde el pasado mes de febrero al perder un 3,69%.

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