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El Museo Patio Herreriano de Valladolid pide una reforma de la Ley de Mecenazgo

EFE

La directora del Museo de Arte Contemporáneo Español "Patio Herreriano", Cristina Fontaneda, considera una "asignatura pendiente" la reforma de la Ley de Mecenazgo, ya que a su juicio "no son suficientes" las desgravaciones fiscales que contempla esa norma reguladora.

"Habría que retomar el asunto porque a los museos nos permitiría obtener más fondos, lo cual es fundamental", ha explicado hoy acerca de las dificultades de gestión y programación que acusan estos centros culturales debido a la actual crisis económica.

Ante el reciente intento fallido de reforma en el Congreso, la directora ha apelado al patrocinio privado porque el arte "es eterno, de las pocas cosas que se guardan en la memoria" y, por tanto, a las empresas colaboradoras "se las recordará siempre por su contribución", ha reflexionado en una entrevista con la Agencia Efe.

Buenas dosis de imaginación y creatividad, pero también de oportunismo, está desplegando durante estos años de recesión el Museo Patio Herreriano, que hoy cumple nueve años bajo las premisas de la calidad, formación e investigación.

"Esta crisis se ha sumado a un museo previamente condicionado por una falta de presupuesto, que siempre nos ha faltado. Si bien somos conscientes de que hay que lidiar con lo que tenemos, tampoco nos vamos a conformar por ello", ha precisado.

Con el bagaje de "una de las mejores colecciones de arte contemporáneo de España", de proyección nacional e internacional y dentro de un "edificio imponente", Patio Herreriano intenta progresar con los recursos disponibles en "una clara apuesta" por el patrocinio privado ante la "insuficiente" ayuda pública.

"Todos los directores hemos intentado que el museo fuera un generador de propuestas, algo vivo, con producciones propias o intercambios con otros centros, no una mera sala de exposiciones que ya existen, y muy buenas, en Valladolid", ha declarado Fontaneda, directora desde 2003.

La crisis "ha hecho que todo se repiense muchísimo", desde la utilización de las redes sociales en la faceta de promoción, hasta la formación de niños y adultos a través de talleres para alentar la llegada de nuevos públicos, e incluso el alquiler de espacios para la captación de recursos económicos, "pero siempre respetando la actividad primordial del museo": la difusión del arte contemporáneo.

En algunos casos, la actual coyuntura económica ha reducido los precios en el mercado hasta el punto de ofrecer "grandes oportunidades de compra" que Patio Herreriano ha aprovechado en el terreno de las vanguardias, porque un museo no debe limitarse a tener "un cromo" de cada artista importante, sino que debe completar trayectorias, tendencias y épocas, ha precisado la directora.

Nueve años ha cumplido este museo con una media anual de 60.000 visitas, desde las 35.000 reflejadas en 2003, y un fondo permanente que ha crecido desde las 810 piezas iniciales hasta las 1.128 contabilizadas hoy dentro de la Colección Arte Contemporáneo, creada en 1987 por un grupo de empresarios y que en 2002 alumbró la apertura de este museo por parte del Ayuntamiento de Valladolid.

En medio de la crisis, Cristina Fontaneda no ha pasado por alto el hecho de que el centro que dirige sea "el único de Castilla y León" que aún cobra una entrada, si bien testimonial, "porque debemos acostumbrarnos a pensar que la cultura no se sustenta sólo mediante los impuestos, sino que necesita un suplemento".

El cobro de una entrada, algo que ha meditado "muchísimo", redunda en un menor número de visitantes, "pero, ¿qué es lo que realmente queremos? ¿sólo cifras o un público implicado?", se ha preguntado.

En cualquier caso, ha dejado claro, "no se puede bajar la calidad de las propuestas tan sólo para engordar la estadística de visitas; tenemos que buscar un equilibrio y en este sentido la educación resulta fundamental".

Esa debe ser, a su juicio, la "labor fundamental" de un museo, la de adiestrar "porque a una determinada generación, como ha sido la nuestra, no nos han formado en el arte contemporáneo; a esa gente hay que intentar que cambie su mentalidad y actitud ante su presencia".

Tampoco teme a la competencia de otros museos similares como el Musac (León), el DA2 (Salamanca), el CAB (Burgos) o el Esteban Vicente (Segovia), ya que todos se complementan en sus diferencias.

"No me opongo a que las ciudades de un determinado tamaño tengan un centro de arte contemporáneo", ha insistido en ese aspecto.

El vídeo, la fotografía, el cine y la música, ha esgrimido Fontaneda, son otros de los caladeros donde Patio Herreriano busca nuevos lenguajes estéticos y más adeptos para un museo que, sin distraer su vocación nacional e internacional, trata por todos los medios de conectar con la ciudad de Valladolid abriendo sus puertas a cuantas actividades culturales se manifiesten como la Semana de Cine o el Festival Internacional de Teatro de Calle, ha concluido.

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