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Nace una Red de Solidaridad Popular que huye de la caridad y trata de recuperar un espacio de la izquierda

Su objetivo es el de 'cubrir las necesidades básicas e inmediatas de las familias que se han quedado sin recursos por culpa de las políticas neoliberales'.

HÉCTOR JUANATEY

'A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder: en el mejor de los casos, alguna vez habrá justicia, pero en el alto cielo. Aquí en la tierra, la caridad no se perturba la injusticia. Sólo se propone disimularla'. El discurso, escrito por Eduardo Galeano y publicado en su libro Patas arriba, podría servir de reclamo para la recién creada Red de Solidaridad Popular, una asociación de ámbito estatal que busca 'cubrir las necesidades básicas e inmediatas de las familias que se han quedado sin recursos por culpa de las políticas neoliberales'. Quien habla así es Ismael González, responsable de la Red.

La Red de Solidaridad Popular, que este miércoles presentará una de sus vertientes en el Puente de Vallecas, Madrid, nace con el objetivo de emular a Socorro Rojo Internacional (SRI), la organización impulsada por la Internacional Comunista en los años 20 que pretendía internacionalizar la solidaridad, o a los Programas de Superviviencia de los Panteras Negras. La idea de crear la Red germina, cuenta González, hace un año: 'Varios compañeros nos planteamos la urgencia de cubrir las necesidades de esa parte de la población que se ha quedado sin recursos, en situación de emergencia social, y no pueden hacer frente a algo tan básico como son, sobre todo, la alimentación y la educación. Están desarticulando el Estado del Bienestar y nosotros queremos recuperar todos esos derechos e incluso conseguir otros nuevos'.

'No vale con donar alimentos, o libros escolares, y luego retirarse; ni tampoco recogerlos y volver a casa'Desde el principio, los promotores de la Red están convencidos de que hay que apostar por el modelo de solidaridad y no por el de caridad. 'El planteamiento -señala González- es el de trabajar desde la igualdad y la dignidad'. Esto significa que no vale con donar alimentos, o libros escolares, y luego retirarse; ni tampoco recoger alimentos, o libros escolares, y volver a casa. El coordinador de la Red se explica: 'Tanto las personas que aportan como las que reciben tienen el mismo tratamiento. Quien reciba algo, debe seguir trabajando en ayudar a cubrir las necesidades de otras familias en la misma situación. Lo mismo sucede con quien entrega. Siempre que hay recogida de alimentos o libros, tratamos de explicar en qué consiste la Red y por qué deberían participar en ella. Lo mismo ocurre cuando realizas entrega de alimentos o libros: se habla con todas las personas que acuden al lugar y se les comenta que en dos semanas hay que realizar otra actividad similar y que ellos deberían ayudar'.

Ahora mismo, el trabajo de la Red se centra principalmente en las Despensas de Alimentos (suelen conocerse como Banco de Alimentos, aunque la Red opina que también es importante incidir en el tema del lenguaje), y en la contribución a la Educación, a través de ayudas para comedores, libros escolares, etc. En algunos lugares, sin embargo, ya se ha comenzado a laborar en el tema de huertos: 'Las mismas personas que están afectadas por la crisis abogan, a través de huertos populares, por una soberanía alimentaria'. Si bien no hay programas implantados respecto a la Sanidad, es algo que está en estudio, afirma González. 'Hay cuestiones que tienen su dificultad: no es lo mismo repartir alimentos que medicamentos, sobre todo por asuntos legales'. No obstante, sí se han realizado, por ejemplo, acompañamientos a personas inmigrantes a las que no dejaban entrar en determinados Centros de Salud. Con el tiempo, también se crearán programas de apoyo a los mayores y de intercambio con jóvenes, aquello que se conoce como Banco de Recurso del Tiempo.

La Red, aunque quiere estar presente en todo el Estado, cuenta actualmente con afluentes en diversos barrios de Madrid (Retiro -que se unirá a Puente de Vallecas-, Rivas, Fuenlabrada y Parla), en Cartagena, Murcia, en Camargo, Cantabria, y próximamente se constituirá en Aragón. Pese a tratarse de una asociación registrada en el Ministerio del Interior, no tiene un contenido 'excesivamente formal', sino que funciona por asambleas locales. 'Por nodos', dice González. Esto quiere decir que la Red no está planteada de forma que 'nosotros lo planteamos, nosotros lo creamos', sino que ofrece apoyo metodológico a cada localidad que quiera propulsarla.

 En principio, se trata de un proyecto independiente desde la perspectiva política y autonómico en lo referido a la organización. Cuenta, de todos modos, con el apoyo de Izquierda Unida, que la potenció. Con todo, al igual que sucedió en el pasado con Socorro Rojo Internacional, la Red de Solidaridad Popular no esconde su ideología y aboga por recuperar un espacio que antaño, con experiencias justamente como la de SRI, ocupaba la izquierda y que en los últimos años, véase el caso de Amanecer Dorado en Grecia, ha tratado de utilizar la extrema derecha para lograr el apoyo popular.

Por ello, uno de los aspectos más importantes es el de darse a conocer. Por ahora, el método utilizado es el del boca a boca. 'La gente que es ayudada por la Red y al mismo tiempo trabaja para ella se lo cuenta a otras personas y así vamos generando los nodos', apunta el responsable de la Red, que añade además que quien lo desee puede contactar con ellos y enterarse de todo lo que hacen a través de su página web.

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