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Nadal afirma que ayer dio "un pasito hacia adelante y hoy otro más grande"

EFE

El español Rafael Nadal, que se convertirá de forma oficial en el nuevo número uno del mundo dentro de nueve días, se mostró feliz por las vivencias que disfrutó en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos y por la progresión que ha contemplado en las últimas sesiones preparatorias que ha efectuado en el Centro Olímpico de Tenis.

En vísperas del inicio de la competición, el balear retorna a la doble sesión preparatoria. La matinal junto al estadounidense James Blake. Sus sensaciones empiezan a aproximarse a las deseadas.

"He entrenado mal estos días. Estaba muy cansado y no me había aclimatado bien por el cambio horario y los viajes. Pero ayer di un pasito más hacia adelante y hoy, que he entrenado con Blake, otro más grande", señaló el tenista español.

Nadal ha padecido los contratiempos ambientales de la capital china. Especialmente la humedad. El tenista español, sin embargo, va encontrando soluciones a los contratiempos.

"Hace, sobre todo, mucha humedad. Pero desde ayer intentamos hacer una cosa nueva y es que cada veinte minutos le doy la raqueta a mi entrenador, Francis Roig, y me cambia el 'grip' (envoltura de la empuñadura). Con el sudor se empapaba y resbala enseguida", explicó Rafael Nadal.

El próximo número uno del mundo no considera que la superficie del Centro Olímpico de Tenis de Pekín sea excesivamente rápida, como ha comentado algún competidor.

Similar a la empleada en el Abierto de Estados Unidos, el balear considera que "muy, muy rápida la pista tampoco es. Depende. Lo que pasa es que la bola es un poco extraña y sí da la sensación de ser más rápida cuando la bola va por abajo".

Nadal tomará contacto con la competición el domingo. Lo hará en el torneo de dobles. Junto a Tommy Robredo. Contra la pareja sueca que forman Jonas Bjorkman y Robin Soderling. Será en el último turno de la pista 1.

"El emparejamiento de dobles es de lo peor que te puede tocar. No hemos tenido suerte porque el equipo sueco es muy fuerte. Pero hay que jugarlo y vamos a intentar sacar el partido adelante", apuntó el español, que no considera, sin embargo, que el italiano Potito Starace, adversario inicial del cuadro individual, sea "asequible".

"Asequible no hay nada. Todos los jugadores vienen a dar lo mejor. Aquí están los mejores del mundo. Está claro que si tu juegas a un buen nivel tienes más posibilidades de ganar. Eso es lo que intentaré ante Starace, jugar a mi ritmo. Pero ningún jugador es fácil aquí. Es un cuadro muy complicado. Los jugadores se motivan más", argumentó Nadal.

Rafael Nadal disfruta de la vivencia olímpica. Rentabiliza cada momento de la experiencia, tal y como se vio en la ceremonia inaugural.

"En la ceremonia inaugural sentí una gran emoción. Fui muy feliz por poder vivir algo así. Fue una cosa especial. Histórica. Unos momentos para disfrutar. Fue algo inolvidable... por lo duro", añadió Nadal, en referencia a la extensa duración de la fiesta, donde no vio al suizo Roger Federer.

"No coincidí con Federer pero le vi por la pantalla gigante del estadio. Esto es todo muy especial. Vives grandes sensaciones. Diferentes a cualquier otro torneo. Todo, convives con deportistas de otras especialidades y de otros países", dijo Nadal, que reconoció su deseo de disfrutar más de la experiencia y ver en acción a otros jugadores y deportes, sobre todo el baloncesto.

"Me gustaría ver otras cosas. Sobre todo algún partido de baloncesto de España. Pero no creo que sea posible. Tendría que ser eliminado muy pronto. Y si llego lejos, no tendré mucho tiempo para quedarme", reconoció Nadal, centrado en la competición.

Su inminente irrupción en la cima del circuito no distrae a Nadal. "Estoy centrado en los Juegos Olímpicos. No en el número uno ni en otra cosa. Ni pienso en celebrar el hecho de ser el número uno ¿Celebrarlo? ¿Cuando?. Tampoco en cuantas semanas voy a permanecer ahí. No me planteo nada de eso ahora", apuntó.

En cuanto a lo competitivo, "los Juegos Olímpicos son diferentes a un Grand Slam y a la Copa Davis. Es una competición que se juega cada cuatro años. Distinta a otra pero también muy importante. Es especial porque representas a tu país, son emociones distintas", dijo Nadal, que confía en mantener el nivel ofrecido hasta ahora en el resto de temporada.

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