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"Nadie quiso denunciar en España"

Los editores y autores españoles se limitaron en un principio a cobrar la indemnización

PAULA CORROTO

Coge el dinero y corre. Así se podría titular la película sobre el pulso entre los autores y editores españoles y la empresa de Google por la digitalización de libros sin permiso. Aquella indemnización de 60 dólares por obra digitalizada que ofrecía a comienzos de 2009 el famoso Acuerdo al que llegaron la empresa de Internet y los editores y autores norteamericanos, y que todavía no ha sido ratificado habrá que esperar al 18 de febrero de 2010, en un principio pareció ser suficiente para más de 10.000 titulares de derechos españoles. Nada que ver con Francia, que denunció y ha ganado. Ni siquiera con Alemania, que elevó sus quejas hasta la Comisión Europea.

'En aquel momento se estimó que quienes deberían haber denunciado tendrían que haber sido empresas concretas como la editorial francesa La Martinière, que fue muy valiente al hacerlo. Aquí nadie lo hizo. Además, supongo que los franceses tenían más obras digitalizadas', explicó ayer a Público Antonio María Ávila, director de la Federación del Gremio de Editores de España.

Desde el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), la sociedad de gestión encargada de dar a conocer el Acuerdo Google entre los escritores españoles y administrar las indemnizaciones, también se reconoció que nunca se planteron llevar a Google a juicio. 'Nunca quisimos meternos en un pleito. Además, Francia está más acostumbrada a defender su identidad. En España, la percepción social del derecho de autor no es buena y eso influye en los jueces', señaló la directora general de CEDRO, Magdalena Vinent.

Sin embargo, en septiembre, cuando Francia, Alemania e Italia ya habían formulado en alto sus críticas al gigante de Internet, la posición española cambió. El Gremio de Editores exigió a Google una serie de condiciones al Acuerdo, que provocaron, según informó ayer Antonio María Ávila, que España fuera expulsada.

Mientras que Google España se limitó ayer a informar mediante comunicado su desacuerdo con la sentencia, porque 'mostrar un número limitado de breves extractos de los libros cumple con la legislación de derecho de autor tanto en Francia como en los EE.UU (...)', los editores y guardianes del copyright se mostraban exultantes. 'Esta sentencia pone ya unas reglas de juego en Europa. Además, La Martiniére va a llegar hasta el final, aunque Google recurra la sentencia', señaló Ávila.

Por su parte, los expertos en digitalización como Javier Celaya creen que Google no cejará en su intento de entrar en Europa. 'Tras recurrir, lo que intentarán ahora será llegar a otro acuerdo como hicieron en EEUU. La digitalización es imparable'.

 

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