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Las negociaciones sobre el Sahara están en crisis por una opinión del enviado de la ONU

EFE

La opinión del enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Peter Van Walsum, de que la independencia no es una opción realista abre una crisis en el proceso de negociación sobre el futuro de la ex colonia española, que después de cuatro rondas se encuentra hoy en un punto muerto.

La declaración de Van Walsum provocó que el Frente Polisario se cuestionara su futuro como mediador del diálogo que la ONU auspicia desde 2007 y obligó al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a desmarcarse de su enviado especial.

"El señor Van Walsum actuó de acuerdo a su papel de facilitador y cuenta con cierto margen de maniobra para ofrecer sus opiniones", dijo hoy la portavoz de la ONU, Michele Montás.

Sin embargo, "el secretario general no comparte todas sus observaciones", agregó.

Ban no incluyó la opinión de su enviado especial en el informe que envió la semana pasada al Consejo de Seguridad, en el que se limitó a recomendar que se presionara a Marruecos y el Frente Polisario para que entraran a negociar la sustancia del conflicto.

El representante del Polisario ante Naciones Unidas, Ahmed Bujari, dijo hoy a Efe que la "imparcialidad del mediador ha quedado comprometida" por la divulgación de su opinión personal y puede afectar a la organización de una quinta ronda de negociaciones.

Aseguró que mucha gente en los pasillos de la sede de la ONU se cuestiona hoy el futuro del diplomático holandés, aunque agregó que "el secretario general es el que tiene que tomar cartas en este asunto".

"Nosotros continuaremos en las negociaciones, con o sin Peter Van Walsum", señaló.

Bujari incluso negó la afirmación del mediador en su informe de que el Polisario y Argelia, su principal aliado, coinciden en su análisis de la situación pero esperan que las circunstancias internacionales cambien.

Van Walsum sostuvo en el polémico informe de cuatro páginas que entregó el lunes al Consejo de Seguridad que la independencia de la ex colonia española "no es una meta alcanzable".

Aseguró que hay que aceptar "la realidad política" de que no hay suficiente presión internacional sobre Marruecos para que acepte la posibilidad de ceder el control del territorio que ocupa desde 1975.

Por ello, indicó que se ha de equilibrar la legalidad internacional con la realidad política de la ocupación marroquí y que, aceptar los hechos, "no implica una rendición".

El mediador concluyó que, bajo las actuales circunstancias, el proceso de negociación emprendido por Marruecos y el Frente Polisario en junio de 2007 bajo el auspicio de la ONU "no lleva a ninguna parte".

Marruecos y el movimiento independentista saharaui han celebrado desde junio de 2007 cuatro rondas de negociaciones auspiciadas por la ONU sin haber logrado ningún acercamiento de posturas.

Las dos partes acordaron en su último encuentro en marzo en celebrar una quinta ronda, pero todavía no se han determinado las fechas.

Rabat insistió en que la única salida viable al conflicto es el plan de autonomía que presentó a la ONU y se negó a discutir en la mesa de negociación la propuesta del Polisario de celebrar un referéndum en el que la independencia sea una de las opciones.

La decisión de hacer pública su opinión personal causó sorpresa en Naciones Unidas, ya que, además de no coincidir con las del secretario general, Van Walsum había mantenido hasta el momento un estricto silencio.

Su informe puede suponer un respaldo para los miembros del Consejo de Seguridad más cercanos a Marruecos, como Francia o EE.UU., que esperaban que el proceso de negociación iniciado en junio de 2007 girara en torno a la propuesta de autonomía de Rabat.

Washington apoyó públicamente en julio de 2007 el plan marroquí como una solución "creíble" que respeta el derecho de autodeterminación.

Pero el presidente de turno del máximo órgano de la ONU, el embajador sudafricano Dumisani Kumalo, aseguró el lunes que el documento que tendrá en cuenta para la elaboración de la nueva resolución será el informe del secretario general.

"El problema es que se le dé a una parte más peso que a la otra", indicó.

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