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El negocio exterior cayó un 4% en 2009 pero sigue siendo récord

El sector facturó fuera 11.176 millones y compensó la caída de obra nacional

S. R. ARENES

La recesión económica global vivida en 2009 pasó factura al negocio nacional, pero también al exterior. Las empresas constructoras, que figuran entre las más diversificadas del país, facturaron fuera 11.176 millones de euros, un 4,4% menos, con lo cual, acusaron un golpe, aunque no fue demasiado duro.

En cualquier caso, 2009 sigue siendo un año de niveles récord, ya que es el segundo de la historia con el mayor volumen de ingresos internacionales para estas compañías. Así lo recoge un reciente informe sobre actividad en el exterior que ha elaborado Seopan, la patronal de las grandes del sector, compilando datos desde 1976, cuando creó el grupo exportador para apoyar a las empresas miembros en su expansión.

Sólo 2008 fue mejor. Pero, aun así, la facturación del año pasado ya supuso en torno a un tercio de todo el volumen de obra pública que sacaron a concurso el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos españoles, que sumó 39.100 millones.

Esto significa que la expansión internacional sirvió a las grandes para compensar con creces la caída de esta licitación de obras, que retrocedió un 2% tras varios años de subidas. Aunque hay que matizar que los concursos ganados fuera no sólo son de obras sino también de concesiones, en los que las empresas adelantan el dinero para hacer la infraestructura en cuestión y luego la gestionan durante varios años para recuperar la inversión y ganar dinero.

Si se habla de los contratos que estas empresas ganaron en los mercados internacionales, el impacto fue más severo, ya que el volumen descendió un 16,4%, hasta 15.439 millones. Los contratos en cartera son los que aseguran el negocio futuro, ya que las obras ganadas suelen tardar en ejecutarse un mínimo de dos años.

Por este motivo, la caída es, por un lado, preocupante, pero, por otro, se presenta como algo puntual, ya que, en 2010, la mayoría de los mercados que explotan las constructoras ya han salido de la recesión. Y a esto se une que están explorando nuevas oportunidades en economías emergentes que han seguido creciendo incluso en los peores momentos del declive. India y Brasil son los ejemplos más claros.

Aunque estos dos países aún no tienen un peso predominante en los negocios de los grupos españoles. La honrosa excepción es OHL, de Juan Miguel Villar Mir, que tiene una potente filial carioca de concesiones que cotiza en bolsa y que el año pasado le reportó unos ingresos de 524 millones, sólo por detrás de los de España y de Europa Central y del Este.

De momento, en los bolsillos internacionales de las constructoras sigue pesando mucho más lo que ingresan en Europa. Sólo los países de la Unión Europea suponen el 62% de la facturación en el exterior, mientras, otro 3,5% viene de otros mercados europeos. Y lo mismo ocurre con los contratos ganados para el futuro, ya que la UE proporciona el 55% del montante global.

Los lazos con Latinoamérica han sido bien aprovechados por las compañías y suministran ya el 12% de las ventas fuera y el 17% de los contratos, seguida de América del Norte. A la vista de la cartera lograda, Asia ganará importancia en el futuro.

2.500 millones, el primer gran contrato en Canadá

Ferrovial, de la familia Del Pino, fue la primera constructora que se lanzó en serio a la expansión internacional. En 1999 logró su mayor contrato fuera, la concesión de la circunvalación de Toronto ETR-407, por 2.500 millones. Es una de sus joyas y ahora intenta vender el 10% para mermar la deuda del grupo.

66.300 millones lleva invertidos Ferrovial

Esta compañía es la primera del mundo por su inversión en concesiones de infraestructuras: lleva gastados 66.300 millones, según el ranking de PWF.

35.100 millones de ACS en autopistas

El tercer grupo por volumen de inversión también es español: ACS, presidida por Florentino Pérez, ha destinado 35.100 millones a autopistas de Montreal a Chile. La internacionalización es una medalla que, incomprensiblemente, las constructoras españolas han exhibido poco.

200 millones de las empresas que no son gigantes

Tras el pelotón de los grandes, sociedades como Comsa o Isolux también se esmeran por crecer fuera y ya facturan más de 200 millones de euros en países como Chile o India. 

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