El Likud e Israel es Nuestra Casa han cerrado un acuerdo de coalición que permitirá al ultraderechista Avigdor Lieberman convertirse en el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno que dirigirá Binyamin Netanyahu.

Netanyahu, que necesita más apoyos, sigue negociando con otros partidos de la extrema derecha y ultraortodoxos para consolidar el respaldo de 65 diputados. Sin embargo, no ha roto la comunicación con Tzipi Livni, pues aún tiene la esperanza de atraer a Kadima y darle a su coalición un aire moderado.

El líder del Likud dispone hasta el 3 de abril para componer su gabinete y someterlo a la aprobación de la Kneset (Parlamento).

El acuerdo de ayer contiene un apartado que contempla la posibilidad de que Kadima se sume a la coalición más adelante. En este caso, casi con toda seguridad, Lieberman perdería la cartera de Exteriores en favor de Livni.

A Lieberman, de 50 años, se le considera uno de los políticos más extremistas de Israel. Es partidario de bombardear Beirut, Teherán y la presa de Asuán, y quiere obligar a la población no judía de Israel a jurar lealtad al Estado judío. Además, la Policía le investiga por corrupción y su procesamiento podría ser inminente.

La coalición de Netanyahu ha suscitado preocupación en Occidente y en el mundo árabe. El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, advirtió ayer de que la UE sigue con mucha atención sus movimientos. 'La UE se relacionará de una manera muy, muy diferente con un gobierno que no esté comprometido con la solución de dos Estados', dijo.

En Israel nadie espera que la actitud de la UE cambie, puesto que las alianzas de Israel con Alemania y otros países europeos son muy fuertes y le permitirán seguir haciendo y deshaciendo a su antojo