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Ni Godoy fue un traidor, ni María Luisa de Parma "una zorra", según un libro de Rafael Torres

EFE

Ni el 2 de mayo de 1808 se produjo una sublevación popular contra los franceses, ni Manuel de Godoy fue un traidor, ni la reina consorte María Luisa de Parma "una zorra"; todos estos "mitos" los echa por tierra el escritor Rafael Torres en "1808-1814. España contra España".

Para el escritor, el último que se apunta al "boom" literario sobre la Guerra de la Independencia con motivo de la conmemoración del bicentenario, este conflicto, al que se refiere como "la primera guerra civil española", ha sido "usado y manipulado hasta la saciedad por los nacionalistas de derechas y de izquierdas como la guerra contra el invasor".

En su opinión, la Guerra de la Independencia es la primera guerra civil porque "fue el primer enfrentamiento entre españoles en clave ideológica", en el que se dirimían las ideas de democracia, de libertad y de progreso frente a las ideas del antiguo régimen.

A la Iglesia atribuye el autor de "España contra España" los malintencionados rumores de que Manuel de Godoy y María Luisa de Parma tuvieran una "relación carnal", algo -en su opinión- "absolutamente imposible" porque ella "estaba de sexo y de embarazos hasta las narices" por culpa del "crápula" de su marido, Carlos IV.

Según Torres, Godoy y María Luisa tuvieron una relación sentimental, pero no carnal, como la Iglesia se encargó de extender para "desacreditar" a ambos, acusándola a ella "de zorra, que era como la llamaban" y encargándose de "encender los ánimos contra él".

El libro, editado por La Esfera, es según su autor una reivindicación de la figura de Godoy, antepasado de Rafael Torres, quien comparte con el político español su octavo apellido y quien asegura que éste, frente a la imagen que se ha trasladado de él, era una persona "honesta, simpática e inteligente".

"Qué voy a decir de él si era antepasado mío", señala Torres con un fino sentido del humor, para quien Godoy fue en esa época "la bestia negra" y el 2 de mayo supuso "un coletazo contra él porque quiso unificar el país y construir una nación refundando la Ilustración, dónde funde sus raíces el republicanismo".

La emblemática sublevación popular del 2 de mayo tampoco fue tal, según el escritor madrileño, quien asegura que los sublevados eran hampones del arrabal y criados de los inspiradores del golpe pagados por el conde de Montijo, acaudalado terrateniente que dirigió el motín de Aranjuez y arengó a las masas disfrazado de paleto.

Para su autor, el libro es "una reivindicación de la República", una mezcla de géneros que invita al lector a hacer una relectura de la Guerra de la Independencia desde la versión que considera "más veraz, inteligente y objetiva" sobre ese conflicto.

En su opinión, esa guerra "la ganaron los ingleses", recuerda que el jefe de los Ejércitos españoles era Wellington, un general inglés, y lamenta que se haya magnificado el papel de la guerrilla en lo militar "porque interesaba darle ese papel protagonista al pueblo, pero no lo tuvo nunca".

Para Torres, lo peor de la mitificación histórica "no es que se dé una visión sesgada, sino que se carga la historia y nos impide disfrutar de ella", y considera "triste" la multitud de actos organizados con motivo del bicentenario en los que -asegura- "se da dinero público a manta al primer listo que aparece".

Para el autor, que se confiesa republicano, el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es "Sagasta", presidente siete veces del Gobierno en el período comprendido entre 1870 y 1902, pero "en ningún caso un revolucionario de izquierdas, sino un monárquico", aunque matiza que "probablemente sí sea un poco más de izquierdas que Felipe González".

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