Los cuatro jóvenes coinciden en que la investigación en España no se fomenta lo suficiente. Creen que la responsabilidad es de la misma educación primaria y secundaria donde, en general, los laboratorios 'están de exposición'. Eso sí, opinan que dedicarse a la investigación es la demostración más clara de que no todo el mundo estudia una carrera pensando en el dinero que ganará trabajando.

El problema para Alfonso es que, desde la infancia, no se enseña a los individuos a utilizar el pensamiento crítico. 'Se supone que hemos de aprovechar las herramientas que nos dan para pensar por nosotros mismos y, desde el colegio, lo que se hace es absorber información, memorizarla y copiarla. Esto frena la investigación', concluye.

María Teresa cree que la sociedad necesita entender 'que puede ser tan importante un accionista como un investigador'. Para ella, es incomprensible que la gente decida su carrera en función del dinero que va a ganar. Además, señala que es absurdo estudiar algo que dé seguridad si todo el mundo va a hacer lo mismo. 'Cuando termines va a haber mucha competencia y si lo has estudiado sin pasión, te pasará por delante el que sí la tiene'.

Lo tiene claro. La investigación es un trabajo muy duro y 'encima', hay mucha competencia. En todo caso, Rebeca cree que el problema está en la educación. 'Yo, siendo de ciencias de la salud, fui a un laboratorio dos veces'.

l'Es una pena que, la mayoría, haga carreras de las llamadas útiles', opina Álvaro. Él fue a un colegio donde le enseñaron a disfrutar de la ciencia, pero cree que las propias comunidades autónomas reprimen a los colegios para que esto no pase.