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"No hay que pensar qué crisis va a ser la última"

Entrevista al profesor Mansour Mohammadian

AINHOA IRIBERRI

El profesor Mansour Mohammadian optaría por un embudo si tuviera que representar con un objeto la situación económica del planeta. Este utensilio simboliza la idea de que toda la riqueza va sólo a unas pocas manos y esa es, precisamente, la tendencia que quiere invertir con la denominada Economía del Tercer Camino, la forma de poner en marcha la bioeconomía, la teoría que comenzó a desarrollar en los años setenta en su Persia natal. Mohammadian participó recientemente en el seminario de la UIMP La lucha contra la pobreza en un mundo en crisis. Hay soluciones.

¿Cuáles son los males del capitalismo clásico?

El capitalismo industrial es una ideología que es destructiva para la humanidad. Lo que gana ésta, lo pierde la naturaleza. Esto va en contra de la Economía del Tercer Camino, que es una economía de suma positiva, constructiva, buena para la humanidad y para la naturaleza.

¿Cree usted que la crisis actual es consecuencia del capitalismo?

El capitalismo es una ideología. En sí, no es bueno ni malo. Somos nosotros los que lo hemos hecho mal. Por ejemplo, la crisis ha llegado a causa de ejecutivos corruptos que han llevado a sus bancos y a sus corporaciones a la ruina. Lo malo es que los gobiernos en todo el mundo les están ayudando, inyectándoles millones de dólares. Y yo digo ¿por qué tenemos que pagar eso tú y yo o el resto de la población? El déficit provocado por lo que está inyectando el Gobierno va a generar una inflación galopante y para cubrir este déficit el Gobierno tendrá que subir los impuestos que vamos a pagar nosotros. ¿Por qué no obligan a estos señores corruptos a pagar ellos mismos? ¿Por qué no encarcelarlos?

¿Cuáles son los fundamentos básicos de la bioeconomía?

La bioeconomía se fundamenta en las pautas de la naturaleza. Si vamos al parque hay una economía en movimiento, el desperdicio de una planta es comida para otra o para un animal. Ahí hay un 100% de reciclaje. A pesar del esfuerzo que hemos hecho los seres humanos, el promedio mundial de reciclaje creo que ni llega al 10% todavía. La bioeconomía sigue estas pautas: utilizar según la posibilidad de regenerar, sostenibilidad, conservación, reciclaje... todo esto son los fundamentos de esta economía. Es importante aclarar que la bioeconomía es la teoría y la Economía del Tercer Camino su brazo operativo o, en otras palabras, cómo poner esta teoría en funcionamiento.

¿Y cómo es posible llevar a la práctica esta teoría?

Se nota mucho, por ejemplo, en los intercambios. Bajo el sistema capitalista son muy agresivos, competitivos, impera la filosofía del 'mi empresa quiere acabar con tu empresa'. No es necesario, podemos ser más solidarios, más fraternales. La falta de confianza que impera ahora conlleva un gasto innecesario de tiempo y dinero ¿acaso nuestros abuelos tenían tantos abogados y contables? La mano invisible de la que hablaba Adam Smith sobre la que se fundamenta el sistema capitalista no es verdad. Hemos tenido crisis y no pienses, ni por un momento, que va a ser la última.

¿Hay algún país que utilice la bioeconomía?

Claro, hay muchos, lo que sucede es que no todos lo dicen. Para mí, el mejor ejemplo es China. Como se trata de un régimen comunista, el Estado ha actuado de hermano mayor. Si ha habido algún ejecutivo corrupto se le ha encarcelado. ¡Hasta se ha ejecutado a algunos! También India y Cuba han actuado respecto a los principios de la bioeconomía. Y Alemania, que es un país que se asegura de que las empresas no van a la bancarrota. A raíz de esta crisis, ya hay muchos gobiernos que se están planteando establecer un sistema regulatorio de la economía, ejercer en parte de Gran Hermano, para poder saber qué es lo que está pasando ahí.

Por mucho que todo el mundo quisiera adoptar de repente estos principios, sería inviable ¿Se le ocurre alguna receta para acabar con la crisis actual?

Ahora mismo no hay otra solución que la que se está haciendo, que los gobiernos inyecten dinero a esas empresas. Los políticos tienen una visión a corto plazo y hay que pensar a largo plazo y ver cómo podemos evitar otra crisis en cinco años.

¿Cómo implantar la bioeconomía con los valores que imperan en la sociedad actual?

Está claro que es la lucha de David contra Goliath. Pero yo soy muy partidario de lo que denomino poder del 1%. Si en España sólo un 1% unas 500.000 personas se propusiera funcionar según esta filosofía, se podría producir un cambio drástico.

¿Cómo ven la bioeconomía sus alumnos?

Algunos me llaman utópico. Pero depende de cada uno. Se puede elegir, para empezar, no consumir tanto. Y esa es una decisión individual.

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