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Una nueva decepción

El valencia no pasa del empate en su enfrentamiento en casa ante el Slavia de Praga

SALVA TORRES

El Slavia, una perita en dulce, se encontró con el típico Valencia lento, previsible, paquidérmico y se aprovechó. Suya fue la primera parte y suyo el gol que propició los pitos de la grada al equipo de Emery en el descanso. Luego salieron Mata y Villa, y lo que antes era electroencefalograma plano se transformó en juego vibrante, con chispa.

David Navarro, un central en progresión, encendió la mecha. Y la traca se bufó con la tonta expulsión de Villa. De nada valió la reacción, ni los dos disparos al palo. De nada valió, porque el Valencia tiró el primer tiempo y cuando quiso ya no pudo.

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