Grupo de seguidoras de la serie 'El Internado'. GABRIEL PECOT

Ana de Armas y Martín Rivas estuvieron hace unos días firmando autógrafos para un millar de fans. Si usted tiene más de veinte años no tendrá ni idea de quién es esa pareja ni a qué se dedica.

Pero el público adolescente sabe perfectamente que son, respectivamente, Carolina y Marcos (El internado), dos personajes fundamentales en la serie que acaba de lanzar el pack en DVD de la primera temporada y de la que la cadena Antena 3 estrenará la segunda en breve.

Se trata de un caso paradigmático del triunfo del multitarget, aquella técnica de ingeniería televisiva que persigue ofrecer cebos que enganchen por igual a jóvenes, adultos y ancianos. Pero con una vuelta de tuerca que llega más allá. Las primeras series que, como Farmacia de guardia o Médico de familia, explotaron ese formato en España arrasaron en audiencia, pero no se recuerdan crías de instituto con fotos de los hijos de Lourdes Cano (Concha Cuetos). No, al menos, en esta dimensión, que nos transporta a la época de Un paso adelante, el último fenómeno equiparable. En el caso de El internado, el formato ha cuajado mezclando en un escalofriante internado a tutores y alumnos. El dato: la noche de la emisión de su último capítulo de la temporada, el 41,3% de los jóvenes de entre 13 y 24 años que veían la tele sintonizaban con Antena 3.

Otro ejemplo claro de la nueva generación de fans que, sin alcanzar la mayoría de edad, se han enganchado a la tele es el del reality de Cuatro Fama ¡a bailar!. Este OT de bailarines ha crecido a fuego lento en las sobremesas hasta conquistar por derecho propio la franja más exigente de la parrilla: el prime time.

Los concursantes, esos chicos de peinados imposibles y vestimentas neo-ochenteras, han probado su fuerza en varias ocasiones. El mejor –y peor– ejemplo lo dieron el 24 de febrero: lo que iba a ser una fiesta del baile en las calles de Madrid se convirtió en una marea humana de lloros, empujones y caídas que hicieron que la organización suspendiese el acto previsto.

Dada la gran aceptación del formato en este target de edad, Cuatro ha lanzado una versión para jóvenes bailarines de entre 11 y 17 años: Fama School. Y ya es un éxito: la cadena se vio obligada a cerrar la convocatoria para los casting tras recibir alrededor de 14.000 llamadas.

Lo último: los preestrenos en el cine. La pionera fue Sin tetas no hay paraíso, que acompañó su tirón entre el público lanzando el último capítulo de la temporada en un cine de la Gran Vía de Madrid, como los grandes estrenos de Hollywood. El resultado: más de 1.200 personas asistieron a esta premier.

Antena 3 sigue esta estela de éxito y preestrena, el jueves 17 de abril, en el cine Capitol de Madrid, el primer capítulo de la tercera temporada de El internado, serie que tendrá su versión italiana en breve. Será otra oportunidad más para que las adolescentes se reencuetren, gritando histéricas, con la televisión.

Miguel Ángel Silvestre

Interpreta al ‘Duque’, un ‘narco-cachas’ con rasgos de chulazo pero pestañas extralargas que ha cautivado a la audiencia femenina. Ellas, sus fans, se llaman las ‘duquesitas’, para las que Telecinco organizó un concurso para que la ganadora lograra conocer a su objeto de deseo. En el chat que el actor castellonense mantuvo con los internautas en la página oficial de la serie en www.telecinco.es recibió más de 21.000 preguntas de sus seguidores. El fenómeno de la serie ‘Sin tetas no hay paraiso’ que ya ha llegado a las revistas del corazón: la semana pasada, dos de ellas (‘Semana’ y ‘Diez minutos’) incluyeron en su portada a Miguel Ángel Silvestre.

Sergio Alcover

Profesor de ‘Fama ¡a bailar!’, su peinado afro, piel morena, cuerpo fibroso y capacidad para el breakdance las vuelve locas. El valenciano es el profesor más carismático de la academia de baile, y no es que le falten rivales. El 8 de abril publicó su primer trabajo discográfico, titulado ‘Sergio Rock’, con once temas y un DVD que incluye galeria de fotos, entrevista con Sergio y making of del videoclip de su single ‘Superbadsister’. Curiosamente, en 2005 comenzó a trabajar en el musical ‘Fama’.

Martín Rivas

Hijo del reconocido novelista gallego, los ojos claros de Martiño Rivas –su nombre real, que cambió al llegar a Madrid– no han pasado desapercibido para las adolescentes españolas. Comenzó su carrera como actor a los 12 años en la Televisión de Galicia. ‘Mareas vivas’ y ‘Maridos e mulleres’ fueron sus primeros trabajos; su salto a nivel nacional fue con la serie de La Sexta ‘SMS’.