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La nueva primera ministra de Australia presenta un Gabinete con pocos cambios

EFE

La nueva primera ministra de Australia, Julian Gillard, anunció hoy la formación del Gabinete en el que mantiene a la mayoría de ministros de su predecesor, Kevin Rudd, desbancado por el Partido Laborista la semana pasada.

Gillard indicó que Simom Crean, quien hasta ahora era ministro de Comercio, es el titular de las carteras de Educación, Trabajo y Relaciones Laborales, responsabilidades que recaían sobre ella cuando era viceprimera ministra del Gobierno de Rudd.

Al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores continuará Stephen Smith, a quien Gillard también ha nombrado titular de Comercio.

"El hecho que vaya a desempeñar los dos cometidos representará una ventaja", señaló Smith durante una conferencia de prensa

Smith precisó que sus prioridades son impulsar la resolución de las negociaciones de la Ronda de Doha sobre la liberalización del comercio global, y conseguir que lleguen a buen término las conversaciones que Australia mantiene con otros países de cara a la firmar de acuerdos bilaterales de libre comercio.

"En particular e importante es firmar pactos de libre comercio con la India e Indonesia", apuntó Smith.

Gillard, quien reemplazó a Rudd el pasado 24 de junio, indicó que ofrecerá a su antecesor formar parte del Gobierno en caso de que el Partido Laborista gane las elecciones previstas para el próximo octubre y él revalide su escaño en el Parlamento.

"Le he dicho a Kevin Rudd que estaré encantada de que forme parte del Gabinete si ganamos los comicios", dijo la primera ministra.

En el nuevo Gabinete, el actual viceprimer ministro, Wayne Swan, seguirá siendo a su vez secretario del Tesoro, mientras que Martin Ferguson, continuará siendo titular del Ministerio de Recursos Naturales.

Gillard se convirtió en la primera mujer en asumir la jefatura del Gobierno de Australia, tras la renuncia al cargo de Rudd a raíz de una repentina revuelta surgida por desacuerdos en el seno del Partido Laborista

La popularidad de Rudd cayó en picado cuando hace unos meses la poderosa industria minera emprendió una campaña contra la decisión del gobierno de aumentar hasta el 40 por ciento el impuesto sobre el dividendo que genera el sector, que en represalia amenazó con paralizar proyectos de inversión por valor de unos 17.500 millones de dólares (unos 14.200 millones de euros).

El Senado también dio otro varapalo a Rudd al votar en contra de su propuesta de ley sobre el comercio de emisiones de gases, espina dorsal de una política oficial medioambiental que llevó a que el Partido Verde decidiera retirarle el apoyo que fue determinante para vencer las elecciones de 2007.

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