Los recursos mundiales de gas natural que quedan por explotar son lo suficientemente abundantes como para hacer frente a cualquier incremento de la demanda hasta 2030. Así de contundente se muestra la Agencia Internacional de la Energía. Y es que este año se han descubierto nuevos y grandes yacimientos como el que Repsol y Eni localizaron en Venezuela, el mayor pozo de su historia y que sería capaz de suministrar el equivalente al gas que se consume en España en cinco años. Además, en Estados Unidos y Canadá se han perforado recursos de otro tipo de gas, llamado no convencional, que han transformado el mercado.

Las exploraciones de gas no convencional se han realizado con una nueva tecnología que consiste en la perforación horizontal de pozos, y que ha intensificado la productividad sobre todo de gas de lutita y ha recortado los costes de producción. El inesperado auge de la producción de gas no convencional en Norteamérica podría, según la agencia, dar lugar a un excedente de la oferta de gas en los próximos años.

Difícil de obtener

Frente a estos buenos resultados, las explotaciones de gas no convencional en China, India, Australia y Europa presentan obstáculos como el difícil acceso físico a los recursos, la necesidad de grandes cantidades de agua para la terminación de los pozos, el impacto medioambiental o la distancia que separa los recursos de la infraestructura de gaseoducto existente.

La agencia advierte de que más de la mitad de las reservas de gas natural se concentran en sólo tres países: Rusia, Irán y Qatar.