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Nuevo informe desafía las investigaciones científicas en bebés

Reuters

Por Frederik Joelving

La calidad de las pruebas detratamientos en bebés varían significativamente, por lo menossegún los resultados publicados en revistas científicas,dijeron expertos.

Este es un problema, porque los ensayos que no cumplen conestándares científicos rigurosos suelen tener sesgos que hacendesconfiar de sus resultados.

Además, esa información llega a la atención de lospacientes, al determinar qué fármacos y dispositivos puedenutilizar los médicos para atender a los niños, resumió ladoctora Sara B. DeMauro, del Hospital de Niños de Filadelfia.

"Siempre existe la posibilidad de que los autores hayanhecho algo que olvidaron informar, aunque no es tan común",dijo la coautora.

El equipo de DeMauro calificó 179 ensayos clínicoscontrolados randomizados, el diseño más confiable, publicadosen seis revistas prestigiosas (tres pediátricas y tres demedicina general). Utilizó 11 criterios de la lista de controlde Consolidated Standards of Reporting Trials (CONSORT), muyutilizada en la comunidad médica.

La mitad de los ensayos reunía nueve criterios o menos;menos de un cuarto reunía la mitad.

Los principales problemas se observaron en la forma deasignarles a los participantes el tratamiento activo, elplacebo o el tratamiento habitual. El 21 por ciento de losensayos no mencionaba el objetivo del estudio o resultadoprimario.

"Sin un resultado primario, todo lo demás es superfluo. Demodo que cuando algunos autores no aclaran cuál es, hay queponer en duda el estudio completo", dijo DeMauro.

Estas falencias fueron especialmente evidentes en lasrevistas pediátricas, como Pediatrics, que publica el nuevoestudio. A las revistas de medicina general, como Journal ofthe American Medical Association y New England Journal ofMedicine, les fue mucho mejor.

Todo esto se suma a las crecientes pruebas sobre laexistencia de prácticas inadecuadas para la publicación deresultados en la comunidad médica, lo que a la vez dificulta laelaboración de las guías terapéuticas.

Para DeMauro, es tiempo de que todas las revistascientíficas empiecen a exigir estándares más altos de calidaden los artículos que publican.

Mientras que la mayoría recomienda seguir las guías deCONSORT, ellas "no son de aplicación obligatoria", dijo."Cuando se informan los resultados de un ensayo clínico, elcumplimiento de esos criterios debería ser muy estricto",añadió.

FUENTE: Pediatrics, online 22 de agosto del 2011

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