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Obama declara la guerra a la cadena Fox

Acusa a la televisión de ser 'un ala del partido republicano'

ISABEL PIQUER

El inicio oficial de las hostilidades empezó a mediados de septiembre cuando la Casa Blanca decidió excluir a Fox News de una ronda de entrevistas con Barack Obama. Poco después, Anita Dunn, directora de comunicación del presidente, soltó la bomba. 'Vamos a tratarlos como si fueran un rival. [...] Están en guerra contra Obama y la Casa Blanca y no vamos a fingir que se comportan como una cadena de noticias normal'. Fox, dijo Dunn, es 'un ala del partido republicano'.

Lo cierto es que Fox, el canal propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, ha sabido perfectamente canalizar y explotar el malestar conservador tras la victoria de Obama, su profunda oposición a la propuesta de reforma sanitaria e incluso ha llenado en algunos momentos el vacío de liderazgo de un partido marcado por los fracasos del Gobierno Bush.

Este verano el canal organizó tea parties, manifestaciones por todo el país en contra de la injerencia del Gobierno, agitando el gran lema que siempre une a los republicanos: no más impuestos. Y también montó una campaña contra uno de los asesores medioambientales de la Casa Blanca, Van Jones, que al final se vio forzado a dimitir.

Todos los gobiernos tienen medios más o menos afines, pero es la primera vez que Washington es tan abiertamente contrario a un grupo. Y muchos temen que en la contienda, la Casa Blanca salga más perjudicada. O como dijo Roger Aisles, el director de Fox News, 'no te pelees con gente a quien le gusta pelearse'.

Según el New York Times, David Axelrod, uno de los principales asesores de Obama, y Aisles se reunieron discretamente en un asador de Washington hace poco para tratar de arreglar las cosas. Sin resultado. 'Nuestra preocupación', reconoció Axelrod, 'es que los otros medios sigan por el mismo camino'.

También montó una campaña contra uno de los asesores medioambientales de la Casa Blanca

Desde entonces los golpes no cesan. Poco después de las declaraciones de Dunn, apareció un vídeo en YouTube, donde la directora de comunicación aseguraba en público en enero, que durante la campaña, el equipo de Obama 'pocas veces había comunicado a través de la prensa cosas sobre las que no tenía un control absoluto'.

Entretanto, Murdoch se frota las manos: 'La Casa Blanca ha hecho unas declaraciones bastante duras sobre uno o dos comentaristas de Fox News. Sólo puedo decir que desde entonces se ha disparado la audiencia'.

Uno de los presentadores es John Beck, la nueva estrella de Fox. Beck es una mezcla explosiva, demagógica y lacrimosa de dos espeluznantes personajes de ficción: Howard Beale, el profeta iracundo de Network (1976), la implacable sátira televisiva de Sidney Lumet (en la que el propio Beck se reconoce); y Lonesome Rhodes, el populista sin escrúpulos, creado 20 años antes por Elia Kazan en Un rostro en la multitud (1957), un film estremecedoramente visionario.

La semana pasada el propio presidente reconoció el tono bélico de las cosas

Beck, el predicador de las ondas, acumula las declaraciones incendiarias. Obama, dijo una vez, 'tiene un odio profundo hacia los blancos'. Y cuanto más habla, más se dispara el audímetro.

La semana pasada el propio presidente reconoció el tono bélico de las cosas. 'Vamos a tratar a los medios como son. Si deciden comportarse como un radio de opinión es una cosa. Y si lo hacen como una cadena de noticias, es otra'.

Y añadió, dirigiéndose al entrevistador de la cadena NBC: 'Puesto que está en el mundo de las noticias es algo que le interesa y lo entiendo, pero creo que los estadounidenses están mucho más preocupados por saber si vamos a crear empleo.

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