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Obama gana tiempo en la negociación del déficit

Está dispuesto a subir el tope de deuda para seguir debatiendo

ISABEL PIQUER

La Casa Blanca indicó ayer que está dispuesta a elevar temporalmente el techo de deuda para prolongar y profundizar la negociación paralela sobre la reducción del déficit. Es un drástico cambio de postura respecto a la semana pasada, cuando Barack Obama dijo que no firmaría un acuerdo a corto plazo, una propuesta del ala más radical del partido republicano. 'Ampliar la deuda a corto plazo a cambio de un acuerdo más amplio es aceptable', dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, que pidió un 'compromiso significativo' de las dos partes.

El cambio llega después de que un grupo de senadores de ambos partidos, 'la banda de los seis', presentara un plan que gusta a Obama y no disgusta del todo a los conservadores, y tras la aprobación, el martes, por la Cámara de una medida simbólica impulsada por el Tea Party para obligar al Estado a equilibrar sus cuentas.

Los sondeos, que muestran una opinión pública cada vez más impaciente, también parecen haber allanado el camino. Una encuesta de The Wall Street Journal aseguraba que el 58% de los estadounidenses quiere un compromiso, y responsabilizan a ambos bandos, aunque algo más a los republicanos, del estancamiento de las negociaciones y de la crispación. De ahí que la Casa Blanca, para mantener viva la frágil esperanza de un acuerdo y evitar poner en riesgo la credibilidad financiera de EEUU, esté abierta a ceder en los plazos. En principio, mañana es la fecha tope para tener una propuesta de base que evite la suspensión de pagos el 2 de agosto.

De momento, sólo hay cuatro páginas de propuestas muy generales para reducir el déficit en 3,7 billones de dólares en diez años, gracias en gran parte a la congelación de ciertos gastos (sociales y de defensa) y al aumento, en un billón, de los ingresos, al derogar las exenciones de algunos sectores (población más adinerada o petroleras). Convertir esas propuestas en ley tomará más tiempo que las dos semanas que quedan hasta el 2 de agosto.

Ayer Obama se reunió con la cúpula demócrata del Congreso para analizar los siguientes pasos. Hay un plan B, propuesto por el senador republicano McConnell, para subir el techo de deuda hasta 2,5 billones, en tres tandas, antes de noviembre de 2012. De momento, la Casa Blanca prefiere arriesgarse y apostar por un plan más ambicioso.

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