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Obama prosigue su ofensiva para salvar la economía estadounidense

EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continuó ayer con su ofensiva para recabar apoyo al plan de estímulo económico y se reunió en la Casa Blanca con su equipo financiero con el que busca crear o evitar la pérdida de entre tres y cuatro millones de empleos.

Obama ha prometido sacar al país de la profunda crisis económica que sufre y por eso se ha propuesto reunirse todos los días con su equipo económico, incluso los fines de semana, en una muestra de que sus intenciones son serias y sus preocupaciones profundas.

La tarea que tiene por delante no es fácil, teniendo en cuenta que la crisis ha dejado ya sin trabajo a 2,6 millones de personas y que uno de cada diez propietarios afronta una ejecución hipotecaria.

Los expertos coinciden en que la tasa de desempleo podría alcanzar los dos dígitos si el Gobierno no actúa pronto.

Obama es consciente de ello y no pierde ocasión en afirmar que la situación requiere medidas "sin precedentes", como reiteró hoy en su alocución radiofónica, su primera como presidente.

Él mismo advirtió que la economía podría perder 1 billón de dólares de su capacidad a corto plazo, lo que se trasladaría en una pérdida de ingresos de más de 12.000 dólares para una familia de cuatro miembros, según sus cálculos.

Por ello quiere que se apruebe cuanto antes su Plan bianual de Reinversión para la Recuperación, en el que trabaja con el Congreso y que está valorado en 825.000 millones de dólares.

Obama espera conseguir la aprobación de su plan para el 16 de febrero, pero todavía afronta la oposición de algunos republicanos.

Con el fin de eliminar las últimas diferencias, el presidente se reunirá el martes de nuevo con los legisladores.

En su discurso, Obama revela los principales beneficios del plan, con el que pretende recabar apoyos.

En líneas generales, la estrategia de Obama es la que ha anunciado durante el periodo de transición, ya que se centrará en áreas prioritarias como la energía, la educación, la salud y nuevas infraestructuras.

Para hacer realidad su idea de "una economía de energía limpia", Estados Unidos duplicará su capacidad para generar en los próximos tres años fuentes alternativas basadas en la energía eólica, la solar y los biocombustibles.

Para ello, el Gobierno construirá una nueva red de suministro eléctrico con más de 3.000 líneas de transmisión que transportarán "la nueva energía" de costa a costa.

Obama calcula que los contribuyentes ahorrarán 2.000 millones de dólares al año haciendo el 75 por ciento de los edificios gubernamentales más eficientes en materia de consumo energético.

A esto se suma su plan de mejorar 2,5 millones de viviendas, lo que se traducirá en un ahorro de 350 dólares por familia.

En un segundo bloque, el presidente quiere reducir los costes de los servicios de salud, disminuir los errores médicos y mejorar el sistema sanitario en general.

En un plazo de cinco años, los servicios sanitarios estarán informatizados, lo que ahorra "miles de millones de dólares" en costes y vidas, dijo.

Además, el Gobierno prevé proteger los seguros de salud de más de 8 millones de estadounidenses que corren el riesgo de perder su cobertura sanitaria durante la crisis.

En cuanto a la educación, el mandatario estadounidense pretende renovar y modernizar 10.000 colegios, invertir más en becas para facilitar los estudios a siete millones de estudiantes, proporcionar rebajas fiscales de 2.500 dólares a cuatro millones de estudiantes y triplicar el número de ayudas a la ciencia.

En el capítulo de infraestructuras, Obama ha prometido adaptar las infraestructuras al siglo XXI, lo que significa reparar y modernizar "miles" de kilómetros de carreteras estadounidenses y proporcionar nuevas opciones de tránsito a los ciudadanos.

Este apartado también incluye mejorar la seguridad en 90 puertos grandes e instalar mejores redes de comunicación para las fuerzas locales y nacionales para casos de emergencia, así como ampliar el acceso a la banda ancha para millones de estadounidenses.

El plan salvará o creará entre tres y cuatro millones de empleos, y para que los ciudadanos sepan a dónde va todo el dinero, el Gobierno lanzará una nueva página web (recovery.gov) para que puedan hacer un seguimiento de los gastos.

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