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Occidente denuncia represión en Irán en el examen de la ONU sobre derechos humanos

EFE

Irán recibió hoy en la ONU fuertes críticas por parte de los países occidentales por la sangrienta represión de las protestas pacíficas de los últimos meses, así como por el elevado número de ejecuciones y otras violaciones de los derechos humanos.

Estados Unidos abrió el fuego al intervenir en primer lugar después del representante iraní en la sesión del Consejo de Derechos Humanos dedicada al Examen Periódico Universal de Irán, un mecanismo que cada miembro de la ONU debe pasar, mientras a la entrada del Palacio de Naciones cientos de opositores iraníes se manifestaban.

"Estados Unidos condena fuertemente la reciente violencia y la represión injusta de ciudadanos iraníes inocentes, que ha traído detenciones, muertos y heridos", señaló el secretario de Estado adjunto para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Michael Posner.

El representante de EEUU condenó también "las crecientes restricciones de la libertad de expresión", con "el cierre de medios de prensa, y la detención de periodistas iraníes y extranjeros, así como los impedimentos para acceder a Internet", así como la "situación de los detenidos y la ausencia de juicios justos".

Las gestiones diplomáticas lograron que la lista de los más de 80 oradores apuntados para esta sesión estuviera encabezada, además de por Estados Unidos, por otros países muy críticos de Irán, como Israel, Canadá o Francia.

El secretario general del Alto Consejo de Derechos Humanos de Irán, Mohammad Javad Larijani, fue el encargado de representar a su país, al que defendió de las críticas presentándolo como una víctima del "doble rasero" en la relaciones internacionales y del terrorismo.

También denunció Lariyani las "sanciones unilaterales y coercitivas impuestas a Irán por algunos países occidentales por razones puramente políticas... y que han tenido un impacto negativo en el desarrollo del país y en la realización de todos los aspectos de los derechos humanos de los iraníes".

Entre las consecuencias de dichas sanciones citó, como ejemplo, "la prohibición de vendernos aviones de pasajeros y el no suministro de piezas de repuesto, lo que ha causado la muerte de cientos de personas en el reciente accidente aéreo de Irán".

La imposición de nuevas sanciones económicas a Irán, que Estados Unidos trata de lograr, fue rechazada el pasado viernes por la más destacada opositora del régimen de Teherán, la Premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadi, quien dijo que éstas sólo perjudican al pueblo pero no debilitan a los dirigentes.

En el turno de intervenciones hoy, Francia denunció que "las autoridades llevan a cabo una represión sangrienta contra su propia población, que reivindica pacíficamente sus derechos".

El embajador español, Javier Garrigues, por su parte, incidió en el alto número de ejecuciones que registran en Irán y que le sitúan en segundo lugar en el mundo, después de China.

"España está preocupada por el continuo deterioro de los derechos humanos en Irán. Recomendamos que acepte la visita de los relatores especiales de la ONU... y lamentamos el empleo indiscriminado de la pena de muerte", señaló el diplomático.

Los casos de tortura, los castigos como la lapidación o la amputación de miembros, la falta de independencia del poder judicial o las leyes discriminatorias hacia las mujeres y las minorías religiosas fueron otros de los aspectos criticados por los países que intervinieron.

El régimen islámico recibió, sin embargo, el decidido apoyo de países como Cuba, Nicaragua o Venezuela, que loaron la Revolución Islámica por poner fin a la dictadura del Shah, así como los avances sociales del país.

Entretanto, en el exterior del edificio y con temperaturas bajo cero, cientos de opositores iraníes llegados de toda Suiza y otros países europeos se congregaban para pedir la liberación de prisioneros políticos, el fin de la tortura y los derechos de las mujeres.

"Stop a las ejecuciones en Irán" o "Abajo la dictadura" eran algunas de las pancartas enarboladas por los manifestantes, que pretenden permanecer allí hasta el miércoles, cuando el Consejo de Derechos Humanos debe emitir sus conclusiones y recomendaciones a Teherán.

Virginia Hebrero

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