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Omar Sosa capta la "majestuosidad" de las Bigbands en "Ceremony"

EFE

El artista cubano Omar Sosa permanece fiel a su eclecticismo y se adentra de nuevo en las influencias afrocubanas con su nuevo trabajo, "Ceremony", un homenaje "muy personal" a esta cultura y a la "majestuosidad" de las Bigbands de las décadas de los 50 y 60 con la NDR Bigband de Hamburgo.

"Es la música de mis años 90 vista desde el punto de vista del 'latin jazz'", ha explicado el artista afincado en Barcelona, durante una entrevista con Efe para presentar "Ceremony", que se publica mañana en Europa.

Con la necesidad de "cerrar un ciclo", nació este nuevo trabajo compuesto de "música melódica" sin palabras que se gestó entre Hamburgo, Barcelona y Río de Janeiro y que recoge temas de su trilogía compuesta por los trabajos "Roots", "Spirits of the Roots" y "Bembón".

Además, incluye un tema de otro de sus trabajos, "Afreecanos", una canción que personalmente le "motiva mucho" y que se llamaba originalmente "Light in the sky" y ha sido traducida en "Ceremony" por "Luz en el cielo".

Dos temas nuevos abren y cierran este disco que ha sido un "reto" para el artista: "Llegada con Elegba" y "Salida con Elegba", respectivamente.

Temas como "Changó en esmeraldas", "Cha con Marimba" o "Carambabá" suenan de nuevo de manera diferente con el propósito de rendir homenaje al "mundo espiritual y ancestral" del que proviene basándose en cantos religiosos de las ceremonias sagradas cubanas Batá y en las raíces afrocubanas.

"Yo soy santero y existe un secretismo entre el mundo católico y la tradición afroecuatoriana", ha explicado Sosa, quien ha destacado que este ha sido un "leitmotiv" en toda su carrera profesional, que debutó hace más de diez años. Además, ha tratado de "demostrar que venimos de la misma madre: África", ha añadido.

Los toques de jazz, la música latina y ecos africanos de sus composiciones se han ido uniendo gracias al trabajo del arreglista brasileño Jacques Morelenbaum, con quien ha conseguido rendir homenaje a "los grandes maestros que han hecho posible" que él toque música, como Frank "Machito" Grillo, Chico O' Farrill o Mario Bauzá.

Y especialmente dedicado a "dos músicos que son muy especiales" en su vida como son Bebo y Chucho Valdés, a quienes ha dedicado el disco porque son sus "guías e inspiradores".

Este trabajo "sin voces" de "tradición afrocubana con sonidos contemporáneos" transmite "palabras en un idioma universal: la música", ha explicado.

Sosa tiene claro que "hay que querer, respetar y aprender de los mayores para poder hacer algo que tenga un camino que podamos llamarlo actual" y por ello se ha embarcado en este proyecto "ambicioso" de "Ceremony", trabajo que califica de "bendición".

Para ello se ha rodeado del batería cubano Julio Barreto, con quien estudió el Conservatorio de La Habana; el bajo eléctrico del mozambiqueño Childo Tomas y la percusión del también cubano Marcos Ilukán, quien es uno de los máximos conocedores de la música afrocubana, según Sosa.

Estas colaboraciones son primordiales para el artista, quien cree que "colaborar es una manera de crecer" porque "se crea una comunión". "Soy del criterio de que la música no la hace uno solo sino que es de todos: del que la escucha, de los que están en la calle o de la energía que se percibe al oirla", ha explicado.

Sosa presentará estas percepciones en directo el próximo 28 de febrero en un ciclo llamado "Músicas en la Villa" en el Teatro Fernán Gómez, que acogerá artistas como Edith Salazar, Carlos Núñez o Flamenco Kids.

Además, el artista cubano ya ha grabado su próximo trabajo, un disco con músicas tradicionales de países del Este de África como Etiopía, Madagascar, Burundi, Kenia o Zambia, entre otros, que se publicará en 2011.

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