La ONU respalda plenamente el diálogo promovido por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para tratar de solucionar de manera pacífica la crisis desatada en Honduras por el golpe de Estado que depuso al mandatario Manuel Zelaya, dijo hoy el organismo mundial.

La portavoz de las Naciones Unidas, Marie Okabe, señaló que el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, conversó el lunes por teléfono con Arias, a quien le transmitió su respaldo personal a la mediación que encabeza y le ofreció la asistencia técnica del organismo.

Ban "ha seguido muy de cerca esta situación y le dijo al presidente Arias que aprecia su papel, que lo respalda y que espera con sinceridad que pueda ayudar a las dos partes a encontrar una solución pacífica", dijo Okabe en conferencia de prensa.

La portavoz reiteró la disposición de las Naciones Unidas a asistir en la búsqueda de una resolución al conflicto que atraviesa Honduras tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio que sacó por la fuerza a Zelaya.

Okabe precisó que el secretario general de la ONU llamó a Arias antes de emprender vuelo de Nueva York hacia Egipto para asistir a la cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) que empieza mañana en la ciudad de Sharm el Sheij.

Arias, que cuenta también con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE) y EE.UU., sentó la semana pasada en la misma mesa a delegaciones de las dos partes para negociar una salida, aunque no logró un encuentro cara a cara entre Zelaya y el nuevo gobernante hondureño, Roberto Micheletti.

El depuesto jefe de Estado advirtió el lunes en Managua al Gobierno de facto de Tegucigalpa que considerará fracasada la mediación costarricense y procederá "con otras medidas" si no abandona el poder tras la próxima reunión que las dos partes celebrarán esta semana en San José.

Zelaya denunció que el "régimen de facto" promueve tácticas "dilatorias" ante ese proceso de mediación e incrementa la "represión sistemática" contra el pueblo hondureño.

Las gestiones de Arias han sido criticadas por algunos líderes latinoamericanos cercanos a Zelaya, como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que las calificó de "una trampa para la democracia".