El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) afirmó hoy que ha retirado al personal que había trasladado a la zona de Birak (Chad) para atender a los refugiados que llegan desde el vecino Darfur (Sudán), debido a los bombardeos ocurridos anoche y en la mañana de hoy en esta última región.

En una rueda de prensa, la portavoz del organismo, Jennifer Pagonis, aseguró que los empleados humanitarios regresarán a Birak "inmediatamente después de que la situación se calme".

Asimismo, reveló que los refugiados que están llegando a Chad afirman que el campamento de desplazados Aro Sharow, en Darfur, ha sido blanco de bombardeos, una denuncia que Pagonis no confirmó ni desmintió. Tampoco indicó quienes serían los autores del ataque.

Sin embargo, señaló que "los bombardeos podían ser escuchados desde Birak". De ser así, sería la primera vez que se conoce de un bombardeo contra un campamento de desplazados.

Pagonis también señaló que "anoche, siete refugiados del este de Darfur cruzaron la frontera con Chad llevando a una mujer de 55 años que, según dijeron, había perdido ambas piernas durante uno de esos presuntos bombardeos".

En estas circunstancias, la portavoz sostuvo que "por su seguridad, los refugiados necesitan ser trasladados urgentemente lejos de la frontera", para lo cual el ACNUR mantiene conversaciones con las autoridades chadianas.

Se estima que 10.000 nuevos refugiados han cruzado a Chad desde Darfur en los últimos diez días y "se espera que lleguen más".

Además, los bombardeos "nos hacen prever nuevos desplazamientos al interior de Darfur", indicó Pagonis.

Por el momento, el organismo humanitario está registrando "los casos más vulnerables, como niños solos, mujeres embarazadas, ancianos y enfermos", algunos de los cuales han podido ser trasladados al hospital de la ciudad de Guereda, explicó.

Algunas mujeres refugiadas han denunciado haber sido víctimas de abusos sexuales, agregó.