Nuevo intento de Telefónica de hacerse con el 100% de la operadora de telefonía móvil brasileña Vivo. El grupo español no quiere seguir repartiendo la ganancia de su filial extranjera más rentable con Portugal Telecom (PT), un incómodo socio que se niega desde hace años a vender su parte. Telefónica, cansada de la situación y nerviosa por no poder replicar todavía en Brasil la integración de la telefonía fija y móvil que ya ha iniciado en otros países bajo la marca Movistar, ha echado un órdago: le dará 5.700 millones de euros en efectivo a PT (un 145% más de lo que valían de media las acciones de Vivo en bolsa en el último mes) si vende.

La oferta, comunicada hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por el grupo que preside César Alierta, no se hace pública por casualidad. Portugal Telecom ya la conocía y, como un resorte, se ha apresurado a rechazarla. El anuncio va dirigido a los accionistas de PT a quienes el equipo ejecutivo tendrá ahora que explicar por qué renuncia a una cantidad que permitiría de sobra pagar toda la deuda del grupo portugués (5.500 millones de euros) y que supone el 84% del valor total de PT en bolsa a cierre de hoy. Un cebo muy atractivo en época de vacas flacas.

Además, Telefónica mejora un 90% su última oferta, que se remonta a julio de 2007, cuando el presidente de la española dio un ultimatum a PT desde las páginas de Financial Times con una oferta por Vivo que el rotativo cifró en 3.000 millones y que nadie desmintió. En la estrategia actual, Telefónica no oculta su intención de remover los cimientos del accionariado de Portugal Telecom para cobrarse la pieza. En la carta enviada al consejo de administración de la firma lusa hecha también pública hoy asegura que 'la oferta supone un valor para los accionistas de Portugal Telecom que esta no podría lograr si se quedase en solitario (con Vivo)', porque PT no cuenta con negocio de telefonía fija en Brasil para integrarlo con el móvil, mientras que Telefónica cuenta con la brasileña de telefonía fija e Internet Telesp.

'La oferta es en beneficio de todos los accionistas de PT', continúa Telefónica, dejando caer, como si no fueran conocidas, las opciones que se abrirían para ellos. La primera, la 'mejora de la retribución de los accionistas, ya sea con un dividendo extraordinario o incrementando el anual'.

Telefónica pagaría en efectivo en los dos meses siguientes a la aprobación de la operación. La española asegura que ya tiene pactada la financiación necesaria. PT tiene hasta el 6 de junio para aceptar, aunque la fecha se puede retrasar 'si PT decide someter la decisión a la junta general de accionistas '. El as en la manga de Telefónica parecen ser algunos accionistas que ya verían con buenos ojos la operación. La española tiene un 10% de PT, al que podría sumarse de momento el 7,9% de Banco Espirito Santo, a favor de la operación. La bolsa reaccionó hoy a la noticia con una bajada del 4,4% de las acciones de Telefónica y una subida del 5,86% de PT.