Los padres de Marta del Castillo mantienen "todos los días" la esperanza de que aparezca el cuerpo de su hija, incluso Antonio se acuesta "hasta con premoniciones de que mañana" puede suceder, porque siempre la tienen "en mente" aunque "vaya pasando el tiempo" y se enfrenten a las Navidades más dolorosas.

Estos son los sentimientos, en estos momentos, de Antonio del Castillo y Eva Casanueva, que han asistido esta mañana a la presentación del libro "Hay chicos malos", del periodista Alfonso Egea, donde narra lo ocurrido desde aquel fatídico 24 de enero en el que la joven sevillana desapareció.

En el libro, de 23 capítulos y en el que además se alerta sobre los peligros que acechan a los hijos y a su forma de relacionarse a través de redes sociales, se incluye una carta abierta de los padres en la que dan las gracias a todas las personas que han colaborado de una u otra forma para bien en este caso.

Un caso, subrayan los padres, "tan desagradable, que ha dejado al descubierto las imperfecciones de nuestro sistema tanto legislativo como a niveles policiales".

Algunos datos que se incluyen en el libro, y que desentrañan las claves del caso con documentación del sumario y declaraciones, no los conocía incluso el padre de Marta y menos la madre, que se ha ido enterando de determinadas cuestiones una vez que ya ha pasado tiempo, cuando su estado de ánimo le ha permitido poner toda la información en orden.

Y después de leerlo, los padres insisten que la Policía "no hizo las cosas bien al principio" y que el sistema español es "demasiado garantista" y "tiene atados a policías y jueces".

"La ley que tenemos hoy en día está anticuada, no vale", repite Eva, quien además ha valorado el hecho de que se vaya a juzgar el caso por un tribunal del jurado.

Los padres de la menor dicen que prefieren el jurado, aunque se equivoquen, porque un "tribunal profesional se atiene más a lo que te pone el artículo tal y el artículo cual, y en el tribunal popular es más a lo que le llega al ciudadano".

"Y por desgracia, lo de mi hija ha llegado a todos los rincones de España", añade la madre, quien no puede ocultar que estas Navidades las van a afrontar "muy mal" porque en su casa se vivían "muy en familia" y Marta "era una niña que le gustaba mucho las fiestas de familia".

Su ausencia será este año muy "dolorosa", máxime cuando el cuerpo aún no ha sido encontrado y no puede ser llorado por los suyos, pero los padres tienen otras hijas y por ellas, dicen, "tienes que reír o al menos esbozar una sonrisa" porque no pueden permitir que "estos indeseables" que les han "partido la vida se la partan a ellas dos".