Ante la nueva dimensión que el caso Gürtel está adquiriendo en los últimos días, el PSOE ha concluido que por un lado caminan los hechos y por otro, las sensaciones. Los primeros, los hechos, son evidentes: que Mariano Rajoy no ha tomado medidas para atajar el escándalo de la presunta financiación irregular en el PP valenciano. Las segundas, las sensaciones, creen los socialistas que sí han cambiado: el apoyo del líder conservador al presidente de la Generalitat empieza a flaquear. Según interpretó ayer la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, Rajoy “ha pasado de poner la mano en el fuego por [Francisco] Camps a decir que le merece mucha confianza”.

Por esa tímida rectificación “empieza a sonar que Rajoy da un paso más para quitárselo de en medio”. Pajín lo dedujo a partir de las declaraciones del líder del PP en las que afirmaba que tiene “mucha confianza” en Camps y conminaba a sus compañeros de Valencia a “explicar bien” qué ha sucedido con la Gürtel y el porqué de las conversaciones de miembros del PP valenciano con Álvaro Pérez, El Bigotes, uno de los cabecillas de la trama.

El PSOE dijo ayer haber encontrado la razón por la que el PP desencadenó este verano una furibunda campaña contra el Gobierno, acusándole de perseguir a dirigentes conservadores. Para Pajín, la reacción de Rajoy y sus escuderos no era más que una “operación preventiva para dejar claro que sabían lo que iba a venir”. Y lo que venía, añadió, eran las “evidencias de que el PP se ha financiando presuntamente por métodos ilegales”.

En todo caso, el Gobierno y el PSOE no tienen nada más que decir. Ayer, los socialistas valencianos presentaron su recurso ante el Supremo por el archivo del caso de los trajes, sellado por el Tribunal Superior de Valencia el 3 de agosto. También han exigido a Camps que consienta una comisión de investigación en las Cortes regionales, recordó Pajín.

Por tanto, es Rajoy el que debe hablar: “Ya está bien de eludir responsabilidades y buscar culpables fuera, cuando los culpables, si los hay, están en el PP. Ninguna operación de intimidación en busca de impunidad va a impedir que funcione el Estado de derecho”, remachó Pajín. José Luis Rodríguez Zapatero, en la Ser, halló igualmente “insólito” que el PP no asuma “ninguna responsabilidad” y reaccione echando “la culpa siempre a los demás”.