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El Papa aprueba el capitalismo

Los obispos españoles afirman que la última encíclica de Ratzinger 'es una ayuda para el necesario replanteamiento de las relaciones económicas'

R.V.

Los obispos negaron ayer que, en su encíclica Caritas in Veritate (Amor en la verdad), el Papa critique el sistema capitalista. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, presentó y valoró el último documento elaborado por Benedicto XVI.

Un texto, dijo el arzobispo auxiliar de Madrid, que 'es una ayuda para el necesario y exigible replanteamiento de las relaciones sociales y económicas'.

En la encíclica, Joseph Ratzinger da su respuesta a la crisis económica y mundial. Pide, entre otras cosas, que la economía se ponga al servicio de la persona. Y exige un capitalismo más ético y humano, informa Sandra Buxaderas.

No obstante, la jerarquía de la Iglesia española recordó ayer que la carta papal sólo puede entenderse desde una visión 'antropológica'. El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, José Tomás Raga (que acompañó a Martínez Camino en la rueda de prensa), afirmó que, para el Papa, el capitalismo 'es un instrumento útil pero muy limitado'.

Limitación, sí. Pero condena al mercado, según Raga, 'ninguna'. 'Ni siquiera aparece la palabra', insistió este experto. Aun así, destacó que el documento 'huye de cualquier encasillamiento' y pone de relieve los valores de justicia y caridad.

Y reiteró que el humanismo cristiano 'no es un modelo', sino una visión que puede inspirarlos. Unas tesis muy similares esgrimió María Teresa Comte, profesora de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Pontificia, para quien la encíclica 'no puede ser leída en clave económica o ideológica porque sería reduccionismo'.

Para esta especialista, la propuesta de Benedicto XVI es el humanismo cristiano, 'en el que el centro es Dios'. Y fue más allá en sus conclusiones: 'La doctrina social de la Iglesia no ha condenado nunca el mercado, porque es un bien instrumental, pero nunca un bien final. Por lo tanto, se le reduce al lugar que debe ocupar'.

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