El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, consideró hoy "una ironía, casi una provocación" el anuncio del presidente sirio, Bachar al Asad, de que abrirá su país al pluripartidismo.

"En este momento no valen ya más decretos, queremos actos y el primero de todos debe ser el cese de la violencia contra los manifestantes", afirmó Juppé a la prensa.

El jefe de la diplomacia francesa consideró "poco creíble" el anuncio de Al Asad y aseguró que es preciso "un cambio fundamental de actitud y de comportamiento del régimen sirio".

Juppé señaló que la declaración de condena adoptada anoche por el Consejo de Seguridad de la ONU es "un paso adelante" en la respuesta de la comunidad internacional a la "represión brutal y sangrienta" de Damasco contra los manifestantes que exigen un cambio político.

La declaración, no vinculante, no es suficiente, según el ministro francés, que destacó las trabas a las que se enfrentan por el rechazo de Rusia y China a condenar al régimen sirio, lo que impidió que se adoptara una resolución.

Juppé indicó que siguen trabajando para conseguir esa resolución y aseguró que en una semana volverán a reunirse en Nueva York para tratar de lograr una "condena vinculante".

En este sentido, el ministro señaló que las reticencias de Moscú provienen "de los lazos históricos" con Siria y del miedo de ese país a que se repita lo que sucede en Libia.

Rusia considera que los aliados han malinterpretado la resolución que permitía su intervención en Libia y que pueden volver a hacerlo en Siria.

Juppé descartó que se repita el mismo escenario porque "en Siria se ha descartado una intervención militar".

El ministro recordó que la Unión Europea ya ha adoptado sanciones contra dignatarios sirios.