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París y Berlín muestran sus diferencias por la 'tasa Tobin'

Sarkozy quiere implantarla en solitario y Merkel prefiere esperar a la UE

PATRICIA BAELO

Los mandatarios de Alemania y Francia, Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, reiteraron en su primera cumbre del año su apuesta por sacar adelante a toda costa una tasa sobre las transacciones financieras en Europa y que el sector privado corra así con los costes de la crisis. Sin embargo, el eje franco-alemán, responsable de cada movimiento tectónico de la Eurozona desde que comenzara la crisis en 2009, mostró algunas diferencias de matiz sobre los plazos y la forma de aplicar esta suerte de tasa Tobin europea.

'La idea de Francia es aplicar el proyecto de directiva sobre la creación de una tasa a las transacciones financieras presentado por la Comisión, ya que no dudamos que así iniciaremos un movimiento en la eurozona' del que terminará contagiándose el mundo entero, según apuntaba el presidente galo, tras mantener un largo encuentro (el primero de 2012) con Merkel en Berlín. La vía en solitario es la predilecta de Sarkozy, que no obstante aguardará hasta el 18 de enero, cuando se reunirá con los interlocutores sociales en Francia, para tomar una decisión. Entretanto, desde París, su ministro de Finanzas, Francois Fillon, dejaba caer que podría presentar un borrador de la tasa francesa ya en febrero. 'Alguien tiene que ser el primero en saltar al agua', señalaba.

Francia podría tener en febrero su propuesta de tasa financiera

Merkel, aunque remarcó su interés por el gravamen, que exige desde el verano de 2010, se desmarcó de una posible aplicación 'en solitario' y se da de plazo hasta marzo para verificar si es posible un acuerdo de los 27 países de la UE. No obstante, esta opción es complicada, pues Gran Bretaña ha reiterado que vetará cualquier plan en este sentido, por lo que afecta a la City londinense.

'Por el momento todavía no hay acuerdo', justificó una Merkel insegura. Aún más, ambos dirigentes se enfrentan a un año políticamente complejo, con elecciones presidenciales francesas en abril y mayo, y un calentamiento para las generales de 2013 en Alemania. Entre tanto, la crisis de la deuda sólo les ha ayudado a caer más en los sondeos demoscópicos y perder peso. Quizás por ello prefirieron, una vez más, no facilitar detalles sobre sus planes, que supuestamente verán más concreción en la próxima cumbre de líderes europeos del 30 de enero.

Quien sí parece tenerlo más claro es el Parlamento Europeo. La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara exigió un mayor ámbito de aplicación del gravamen sobre las transacciones financieras, que desean que entre en vigor el 1 de enero de 2014, plazo que tanto Francia como Alemania pretenden acelerar. Según los planes de la Comisión, la tasa (que resucita el modelo creado en Estados Unidos a principios de los setenta por el premio Nobel de Economía James Tobin) gravaría con un tipo del 0,1% las compraventas de acciones y bonos, y con un 0,01% las de derivados, y podría recaudar 55.000 millones de euros al año.

La Eurocámara pide que el gravamen a la banca entre en vigor en enero de 2014

Merkel y Sarkozy aprovecharon la ocasión para pedir que se acelere la capitalización del mecanismo de estabilidad permanente (ESM; por sus siglas en inglés), que dispondrá de 500.000 millones de euros y entrará en vigor a partir de julio de este año. 'Pensamos que eso permitirá reforzar la confianza en el euro y nuestro apoyo a la eurozona', ha sostenido la canciller.

En cuanto a Grecia, ambos líderes desean que permanezca en la eurozona. Aunque, a cambio, 'debe respetar las obligaciones que ha asumido con la troika', subrayó la política cristianodemócrata, que instó a que se 'aplique muy rápidamente' el segundo plan de rescate para Atenas, que incluye una inyección adicional de 130.000 millones de euros y una quita del 50% sobre los bonos helenos en manos de la banca, 'en lo que será un caso excepcional'. Sin ello, advirtió la canciller, 'no será posible desbloquear el siguiente tramo' de ayuda, y aumenta el peligro de contagio en la eurozona.

Sarkozy y Merkel también hablaron de plantear medidas para fomentar el crecimiento, pero sin concretar. 'No existe una única cumbre que resuelva todos los problemas, ni una solución unidimensional, sino la consolidación fiscal, la habilidad para innovar y la competitividad, la diversificación de nuestra red industrial, y soluciones al desempleo', según la receta de Merkel.

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