La Mesa del Congreso tiene ya casi ultimado el reajuste de los viajes al extranjero de los diputados que comenzó a estudiar el pasado martes. PSOE y PP ya habían acordado un documento en el que se se definen las líneas generales por las que se deben regir las visitas al exterior, si bien el partido popular ha solicitado una semana más antes de cerrar el asunto, según informan fuentes parlamentarias.

La intención del órgano de gobierno de la Cámara Baja es definir 'por objetivos' estas visitas, que se realizan a través de los grupos de amistad y de las delegaciones españolas en varias asambleas internacionales, y limitar el número de diputados y, por tanto, el gasto ante una situación actual de crisis.

Los representantes de la Mesa del Congreso iniciaron el pasado martes el análisis de toda la documentación que acompaña a cada uno de los viajes. El objetivo se basa en 'afinar mucho más' cuáles de todos ellos son los más convenientes de realizar en función de su utilidad.

Confiaban en tener concluida esta labor para hoy, máxime después del acuerdo alcanzado entre socialistas y conservadores, si bien el Grupo Popular ha pedido tiempo. Finalmente será la próxima semana cuando ,previsiblemente, se cierre la reforma de los viajes al extranjero, que en la actualidad no se han dejado de ejecutar, afirmaron las mismas fuentes.

La medida ya ha comenzado con la ausencia parlamentaria de España en la próxima cita de la Unión Europea Occidental (UEO), una organiación militar que engloba a la OTAN y a la UE.

Esta iniciativa se enmarca dentro de la pretensión del presidente del Congreso, José Bono, de reducir el gasto parlamentario ante la actual coyuntura económica por la que atraviesa el país y que se ha traducido en la congelación de los sueldos de los diputados y senadores en los Presupuestos para el próximo año.

A ello se añade la decisión de las Cortes Generales de no enviar observadores parlamentarios a las elecciones que Estados Unidos celebradas el pasado 4 de noviembre, al considerar innecesaria la presencia española en unos comicios que cuentan ya con observadores de otros países europeos.

En las legislaturas pasadas, la solicitud de autorización para los viajes internacionales suponía prácticamente un mero trámite, puesto que se daba el visto bueno a casi todas.