El Partido Verde (PV) aún no ha definido formalmente su posición ante la segunda vuelta de las presidenciales que se celebrarán en Brasil el 31 de octubre, pero sus gestos de apoyo al candidato de la derecha, José Serra, son cada vez más evidentes. Los verdes de Marina Silva, que consiguió el 19% de los votos en la primera vuelta, se adelantan así a la posición de la ex ministra, que podría no tomar partido por él ni por la candidata oficialista, Dilma Rousseff.

Marina ya había anunciado que podría haber divergencias en el PV, que definirá su posición oficial en la convención nacional de mañana. Desde el principio, la ex ministra pareció inclinarse por una postura independiente que no neutral, ha subrayado ella, mientras que la dirección de la formación se acercaba al Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) de Serra, con el que los verdes mantienen alianzas en varios estados.

Según el diario Folha de São Paulo, después de que el PV autorizase a sus dirigentes locales a decidir su posición libremente, un grupo de dirigentes programó para el lunes un acto en São Paulo en el que mostrarán su apoyo a Serra, que, según afirman ellos, comparte el 70% de los miembros del partido. Argumentan que el PSDB se ha comprometido a apoyar a los verdes a la hora de votar en el Congreso la polémica reforma del Código Forestal, que disminuiría la protección legal de la Amazonia.

Por su parte, Silva ha insistido en que su decisión será programática y está a la espera de que Dilma y Serra se definan sobre las propuestas que ella les envió para incluir en sus programas de gobierno. La senadora, que descartó la posibilidad de ocupar un ministerio, ha insinuado que su interés es presentarse a las elecciones de 2014, al calificar de 'ensayo general' estos comicios.