El ex presidente de la Generalitat de Cataluña Pasqual Maragall ha dicho hoy que cuando uno está "fotut" (jodido) piensa que en la concesión del Goya al mejor documental a un filme sobre su lucha contra el alzhéimer ha habido una "miqueta" (poquita) de conmiseración porque dicen: "pobre chiquet".

El documental "Bicicleta, cuchara, manzana", dirigida por Carles Bosch y que relata la vida diaria de Maragall y su forma de enfrentarse al alzhéimer, ha recibido hoy el Goya a la mejor película documental.

Maragall, su esposa, Diana Garrigosa, y Oriol Ivern, productor de la cinta, subieron al escenario acompañados de un largo e intenso aplauso para recibir el Goya.

Después de recoger el galardón y decir una breves palabras en el escenario, Maragall contestó a los periodistas, primero en catalán y luego en castellano.

Tras comprobar en su teléfono que tenía "14, no, 25" mensajes de felicitación que ya leería "al llegar a casa", Maragall ha repetido, en castellano: "lo que pasa es que cuando uno está enfermo se siente cierta conmiseración", pero, ha subrayado, el premio es "muy positivo" para que se venza esta enfermedad.

¿Pensaron alguna vez que el documental llegaría hasta aquí?. "No, nunca", han respondido unánimemente Maragall, su mujer y el director.

"Deciros que, en fin, sin Diana no hay Pasqual, esto es lo primero", señaló el ex alcalde de Barcelona ante los asistentes a la ceremonia de entrega de los Goya y citó también "a la persona que ha permitido junto con Diana que yo esté en las condiciones relativamente estables en las que estoy", en referencia a su doctora.

El documental de Carles Bosch, quien no pudo asistir a al ceremonia de los Goya, sigue los pasos de Maragall y su familia durante los dos años posteriores al 20 de octubre de 2007, cuando hizo pública su enfermedad y su firme determinación de combatirla.

Diana Garrigosa, por su parte, agradeció a la Academia de Cine el premio recibido por "Bicicleta, cuchara manzana", pues dará más visibilidad al documental y ayudará "a muchas familias a tener conciencia del problema" que presenta la cinta.

"Creo que la película es buena", indicó Garrigosa, quien recordó al director Carles Bosch de quien dijo: "nos dio la confianza suficiente para dejarnos invadir de la forma" en que lo hicieron.

El productor del documental recordó que cuando Bosch les presentó el proyecto no tardaron "ni cinco minutos en decir que sí" y que no podían "dejar pasar esta ocasión de apoyar la gran lucha de Pasqual Maragall contra el alzhéimer"

Ivern animó a todos aquellos que no hayan visto este documental a que lo vean "sobre todo" este año, que se celebra el Año Internacional para la Investigación en Alzhéimer y agregó que en él descubrirán "a un Paqual Maragall realmente entrañable".

Pero el filme va más allá del seguimiento al ex "president" y expertos internacionales aparecen hablando sobre la enfermedad en este documental, que toma como referencia hospitales de Rochester (Estados Unidos), Rotterdam (Holanda) y Hyderebad (India), donde siguen idénticas pautas con los enfermos.

En las primeras pruebas, todos los pacientes deben memorizar tres palabras y tratar de recordarlas después. En el caso de Maragall fueron "bicicleta, cullera, poma". Él no las pudo repetir.