Una patrulla del ejército afgano se adentró en territorio de Pakistán y mató a dos aldeanos del distrito de Qilla Saifulá, en la provincia occidental de Baluchistán, informó a Efe una fuente oficial paquistaní.

"Según nos han explicado vecinos de la zona, varios soldados afganos cruzaron ayer la frontera, se llevaron con ellos a dos personas y las tirotearon", dijo un responsable local de la guardia de fronteras (Frontier Corps, siglas en inglés), Amir Khan.

"Aún estamos realizando comprobaciones sobre el incidente, porque lo único que tenemos es la versión de los lugareños, y esperamos podernos reunir con los militares afganos en uno o dos días para aclarar lo qué pasó", añadió Khan.

De acuerdo con el diario local Express Tribune, los soldados afganos asaltaron la casa de un líder tribal de la zona de Badini del que sospechaban que daba refugio a milicianos talibanes, y se llevaron a los dos aldeanos.

La patrulla, según este relato, trasladó a los dos paquistaníes a suelo afgano, donde murieron por disparos de los militares, que se han negado luego a entregar los cadáveres a la familia.

Un responsable del Gobierno regional, Nasebulá Bazai, dijo al Express Tribune que las autoridades han convocado al cónsul afgano en Quetta -capital de la provincia- para pedirle explicaciones y protestar por el incidente, que calificó de "violación flagrante".

La incursión se produjo el mismo día en el que el jefe del Ejército afgano, general Mohamed Karimi, descartó que fuera a haber operaciones transfronterizas de captura de insurgentes.

"Traspasar la frontera quiere decir invadir otro país. No tenemos ningún acuerdo con Pakistán para perseguir enemigos en su lado, así que no lo podemos hacer" declaró desde EEUU a la agencia afgana Pajhwok.

En los últimos meses, Islamabad y Kabul se han lanzado reiteradamente acusaciones por incidentes en la frontera común.

Afganistán responsabiliza al país vecino de ataques que han causado la muerte de "muchos civiles", mientras que Pakistán insiste en que sus fuerzas de seguridad son asaltadas cada vez con más frecuencia por insurgentes que provienen de suelo afgano.