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Pekín, una burbuja de incesante actividad a poco más de 100 días del inicio de los JJOO

EFE

Pekín se encuentra inmersa en la 'burbuja' de la incesante actividad, de intensos preparativos y puesta a punto a poco más de cien días para el inicio de los Juegos, el 8 de agosto, sin que los acontecimientos del recorrido de la antorcha tengan aparente influencia ni referencia para el frenético vaivén preolímpico.

Los relojes estratégicamente situados en lugares como la plaza de Tiananmen marcan los días, las horas y los minutos que faltan para el comienzo de los Juegos, una cuenta atrás tan imparable como la actividad de un pueblo que comienza a vivir por y para la cita olímpica más que nunca.

Empieza a haber colas para adquirir las entradas para los Juegos y para asistir a las competiciones internacionales que servirán de prueba, y en las calles céntricas las numerosas pantallas gigantes exhiben vídeos con la historia de los Juegos y carteles publicitarios de las grandes marcas deportivas con las figuras más renombradas.

Pero es que la capital china, como todas aquellas ciudades que albergan un acontecimiento de grandes dimensiones, está siendo remozada de cabo a rabo.

Obras y más obras por todos lados. Desde la construcción de grandes edificios a la remodelación de los existentes, y hasta una de las transformaciones más traumáticas por lo que respecta a los barrios tradicionales conocidos como hutong, algunos de los cuales han sido destruidos y otros que permanecerán pero cuyos habitantes fueron desalojados para reformarlos.

Las grúas, 'imperiales' muchas, las máquinas y los obreros se han apropiado de buena parte de la gigantesca orbe para que todo esté a punto dentro de un centenar de jornadas, tanto que la transformación hará difícil seguir la pista a parte de la historia milenaria de Pekín.

Obviamente, la zona central olímpica, denominada 'Olympic Green' ubicada hacia el norte de la ciudad, donde se encuentran buena parte de las grandes instalaciones deportivas de los Juegos y las villas de deportistas y medios de comunicación, está inmersa en una agotadora e incesante puesta a punto final.

Este ejército de operarios y de obreros, que se despliega por todos los rincones de la capital, trabaja a marchas forzadas para tenerlo todo preparado e instalaciones emblemáticas y espectaculares como el Cubo Acuático, donde se disputará la natación, acoge a pleno rendimiento y para maravilla de la 'arquitectura deportiva' el Preolímpico de sincronizada.

El estadio nacional, conocido como El Nido, es una obra faraónica y espectacular. Aunque no se puede entrar, desde algunos puntos cercanos del exterior se vislumbra la ingente labor de multitud de obreros.

Aunque la mayor parte de las zonas del 'Olympic Green' tienen el acceso prohibido porque están en obras, muchos pequineses y turistas aprovechan en todo momento para situarse junto a una autopista anexa y fotografiarse con El Nido, con la joya de la corona, como fondo sin que importe la incomodidad que supone el acondicionamiento final de accesos y edificios que levanta una polvareda que se une a la polución.

Esta es otro de los puntos polémicos de estos Juegos. Esta capital de unos 15 millones de habitantes es conocida por muchos como la ciudad gris y no hace falta esperar mucho para comprobar este manto cuando uno se interna en la inmensidad de Pekín.

Las autoridades, no obstante, siguen asegurando que las medidas, el plan de choque, que se adoptarán darán sus frutos en cuanto a la contaminación, como las que tendrán que ver para paliar el agobiante tráfico, con los eternos atascos, así como la paralización de la actividad de determinadas industrias.

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