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Petroleras en pie de guerra contra las reformas

Exxon Mobil encabeza la oposición

PERE RUSIÑOL

¿Crisis? No para Exxon Mobil. La petrolera con sede en Irving (15 kilómetros al noroeste de Dallas) ganó 45.000 millones de dólares en 2008 y ahora ha anunciado inversiones por valor de 150.000 millones hasta 2014. Las cifras marean: desde 2004 ha repartido 146.000 millones en dividendos a sus accionistas.

La poderosa compañía texana se ha puesto a la cabeza de la oposición a Obama: lidera las resistencias del sector petrolero al plan de la Casa Blanca para establecer en EEUU un sistema de compra y venta de derechos de emisiones contaminantes, parecido al europeo, con el objetivo de combatir el cambio climático.

La empresa ya no financia las cumbres negacionistas (que niegan la realidad del calentamiento global), extrema la prudencia en la crítica e incluso acepta una nueva tasa sobre el combustible. Pero ha dejado clara su línea roja: no acepta un plan a la europea.

La sede central de este actor más poderoso que el mismo Partido Republicano es un búnker inexpugnable. Cuesta verla, porque frondosos árboles estratégicamente situados casi la tapan y una larguísima valla impide el paso. El edificio, situado en las afueras de Irving, ni siquiera crece hacia arriba, sino que se extiende bajo tierra para ganar discreción y seguridad.

Obama no es nada popular en el sector petrolero, que vive sin embargo una auténtica fiebre en Texas, renovada cuando los precios del crudo alcanzaron los 140 dólares el barril. No importa que ahora hayan caído hasta los 40.

'A partir de 25 dólares hay beneficios y todos estamos convencidos de que a medio plazo el precio estará permanentemente por encima de los 100', cuenta Rafael Pinedo, presidente de la petrolera Pilgrim, mientras muestra orgulloso una fotografía de George W. Bush en su despacho. 'Aquí casi todos somos republicanos; la elección de Obama fue un mazazo y un peligro para el negocio', subraya Pinedo.

'Nos preocupa mucho las tasas que quiere imponernos', agrega Bill Barnes, del Barnes Energy Group. 'Cuando llegue la recuperación, necesitaremos grandes cantidades de energía y tenemos que estar preparados', concluye.

500 empresas del petróleo

Sólo en la zona de Dallas hay 500 compañías relacionadas con el negocio y muchas están en Irving, donde se han encontrado nuevos yacimientos que se explotan con la fiebre de los viejos buscadores de oro. Por todos lados se avistan torres y perforaciones: junto a una casa, al lado del campo de golf, junto al aeropuerto...

Parecía que los pozos se secaban, pero las nuevas tecnologías los ha revivido. Y lo más importante para los ejecutivos que se juntan en el exclusivo barrio de Las Colinas es que les da igual si el petróleo está aquí o en el extranjero. El objetivo es amasarlo, esté donde esté.

'Lo que queremos es guardar nuestras reservas de aquí todo lo posible y venderlas cuando el precio vuelva a ser muy alto', admite Pinedo, de la petrolera Pilgrim.

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