El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció hoy que el próximo lunes viajará a Ecuador, y al día siguiente lo hará al yacimiento San José con el fin de estar junto a los familiares cuando comience el rescate de los 33 mineros sepultados desde hace 64 días.

"Quiero compartir con los mineros y los familiares ese momento maravilloso que hemos estado esperando durante tanto tiempo", declaró el mandatario en el Palacio de la Moneda horas después de que la perforadora T-130 llegara hoy hasta el taller subterráneo donde estaban los obreros.

Piñera explicó que sus obligaciones como jefe de Estado le impedirán trasladarse hoy mismo al yacimiento San José, adonde ayer llegó su esposa Cecilia Morel, para prestar apoyo a las familias de los mineros.

El mandatario viajará este lunes a Ecuador para reunirse con su homólogo, Rafael Correa, quien la semana pasada fue víctima de una insurrección policial y estuvo retenido a la fuerza durante varias horas.

"Como presidente de Chile me gustaría estar hoy en la mina. Es posible que el lunes haga una visita de Estado al presidente (Rafael) Correa, pero haré todo lo posible para el martes vivir ese momento".

Según los cálculos del equipo de rescate, la evacuación de los mineros podría empezar el próximo martes si para entonces han concluido los trabajos para entubar el pozo y ensanchar la parte final del ducto.

En tono eufórico, el presidente chileno comentó a la prensa que "lo que comenzó el 5 de agosto como una verdadera tragedia gracias a Dios está terminando como una bendición".

"Mineros, familiares, rescatistas, todos los chilenos hemos dado una muestra de fe, esperanza y unidad que está siendo admirada por el mundo entero", resaltó el gobernante.

Piñera dijo que ha recibido mensajes de felicitación y ánimo del mundo entero "y que al mismo tiempo reconocen el temple y el coraje de todo el pueblo chileno en este desafío".

"Cuando los chilenos nos unimos somos capaces de alcanzar las más altas cumbres", sentenció Piñera, quien se congratuló de las buenas noticias de los últimos días, como el vigoroso crecimiento de la economía (7,6 por ciento en agosto pasado) y el fin de la huelga de hambre que sostenían comuneros mapuches en cárceles del sur del país.

"Arriba los corazones porque vienen tiempos mejores para cada uno de los hijos de esta patria", exclamó eufórico el presidente, quien confesó que sueña con el momento en que pueda abrazar a los mineros.