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Los piratas somalíes secuestran cuatro barcos más

Reuters

Un pesquero chino fue secuestrado el martes frente a las costas de Yemen, convirtiéndose en la cuarta embarcación capturada por piratas en el Golfo de Adén en 24 horas pese al despliegue de flotas internacionales en la zona, según anunció el miércoles un funcionario naviero keniata.

Andrew Mwangura, coordinador del Programa de Asistencia a Marinos del Este africano, con sede en Kenia, indicó que el buque, el Zhenhua-4, fue abordado a unas 50 millas náuticas de Yemen, y se cree que llevaba unos 30 tripulantes chinos a bordo.

Poco antes se había anunciado el secuestro de otros tres barcos.

"Sé que se tomó un yate el martes por la noche. Había dos personas a bordo, pero no tengo otra información sobre ese caso", dijo el coordinador.

Las otras dos embarcaciones son un remolcador indonesio utilizado por la petrolera francesa Total y un carguero turco.

Mwangura explicó que el remolcador se dirigía a Malasia cuando fue abordado. Total confirmó el ataque.

"Se ha producido el secuestro de un buque perteneciente a uno de nuestros subcontratistas con el que trabajamos regularmente. Se cree que los rehenes son en su mayoría indonesios. La nave no pertenece a Total", indicó en París un portavoz de la compañía francesa.

En cuanto al carguero, se trata de un navío de unos 100 metros de eslora, propiedad de una naviera con sede en Estambul, según la agencia estatal de noticias Anatolia, que citó a un funcionario naval estadounidense.

"Es una nave de carga con bandera de Antigua operada por la compañía Isko Marine Shipping de Turquía. Fue secuestrada en el Golfo de Adén hoy (martes)", dijo a Reuters por teléfono el portavoz de la Quinta Flota, el teniente Nathan Christensen, desde Dubai.

Los ataques realizados este año por piratas somalíes han ocasionado gastos de millones de dólares en rescates, además de haber elevado los costes de seguros de navegación y provocado el despliegue de marinas extranjeras a la zona, para luego retirarse apresuradamente a las líneas navieras fuera del Cuerno de África.

Washington ha hecho circular el proyecto de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que daría a los países el derecho a perseguir a los piratas por mar y tierra.

CAOS EN EL GOBIERNO

También el martes, el presidente de Somalia, Abdulahi Yusuf, nombró a un nuevo primer ministro, ignorando el voto del parlamento para restituir al que fue despedido, Nur Hasan Husein, y profundizando aún más las fisuras en el fracturado Gobierno.

La escisión en la cúpula del Gobierno respaldado por Occidente representa un obstáculo para el proceso de paz auspiciado por la ONU y amenaza con destrozar una gestión débil, en un momento en el que insurgentes islamistas acampan en las afueras de la capital, Mogadiscio.

La inestabilidad crónica ha desarraigado a alrededor de un millón de personas en Somalia, donde un tercio de la población depende de la ayuda alimentaria de emergencia. El caos ha contribuido a fomentar los secuestros y la piratería frente a las costas.

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