Cantidades como 125.000 o 250.000 dólares no son de las que preocupen al presidente de una entidad como Endesa. El ex diputado del PP y presidente de la eléctrica en los años 2005 y 2006, Manuel Pizarro, coincidió este martes con lo declarado por el presidente del Santander, Emilio Botín. Ninguno se encarga directamente de importes tan pequeños. Sin embargo, ambos han declarado como testigos en el Tribunal Supremo en relación con los patrocinios  que ambas entidades concedieron a la Universidad de Nueva York mientras el juez Baltasar Garzón impartió cursos en ella.

El único presidente de una entidad de similares características que podría haber patrocinado los cursos del juez y que no ha sido citado ha sido el de Telefónica, César Alierta. En su lugar comparecerán el responsable en Estados Unidos y la directora de relaciones corporativas. Ambos lo harán mañana. Hoy está previsto que declaren el presidente del BBVA, Francisco González, y el ex director de comunicación Javier Ayuso.

La declaración de Pizarro se centró precisamente en explicar que de los patrocinios materializados y de responder a las peticiones de estas características recibidas se encargaba el entonces coordinador de prensa y de patrocinios, Gabriel Castro, quien, según Pizarro, se jubiló hace dos años. Castro ha sido citado a declarar el próximo día 27.

Según Pizarro, 'Endesa es una empresa muy grande' y las peticiones de patrocinios forman parte del 'tráfico ordinario' de la entidad. La mecánica habitual era remitirla a la Unidad de Patrocinios.

El ex presidente de Endesa aseguró que 'nunca habló de patrocinios' con Garzón, a quien dijo conocer del 'mundo de Madrid', en el que se suele coincidir con personas de relieve público, aunque no exista relación personal con ellas.

Tras explicar que no conoce a Karen Greenberg, directora del Centro de Derecho y Seguridad de la Universidad de Nueva York, quien le pidió fondos para uno de los cursos impartidos, Pizarro destacó que su posición institucional es 'especialmente sensible' con el terrorismo, porque ETA asesinó a un ingeniero y secuestró a un industrial, lo que hacía necesario mantener una 'actitud de seguridad reforzada'.

Ante la pregunta de si Endesa tenía interés en patrocinar los cursos por Garzón o por tratarse de terrorismo, Pizarro reiteró su interés en dicha materia y dijo ver 'absolutamente normal' que en una carta sobre terrorismo apareciera el membrete de un juez de la Audiencia Nacional. 'Lo raro sería que apareciera un juez de lo Mercantil', añadió.

Desde la acusación, que ejercen los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, se calificó la declaración de Pizarro de 'inverosímil'. Los letrados no descartan denunciarle por falso testimonio.

La que era secretaria del encargado de los patrocinios aseguró no recordar nada en relación con la financiación de la Universidad de Nueva York. El receptor de los correos electrónicos que envío sobre los cursos investigados murió.