El big-bang de competencias hacia las comunidades autónomas empieza a cambiar de sentido de vuelta al centro. La crisis manda. No hay dinero, por ejemplo, para sostener 17 planes distintos de promoción de las exportaciones de las empresas de cada autonomía. Tampoco lo va a haber para que las cámaras de comercio, que gastan dos tercios de su presupuesto en promoción de la actividad exterior de las empresas, mantengan su ritmo actual, ya que la cuota de las empresas va a dejar de ser obligatoria. Y todo ello mientras desde el Estado central se destina presupuesto al mismo fin. Hay que aunar recursos, recuperar algo de centralismo para dejar de duplicar y triplicar iniciativas.

Esa es la intención del Plan Integrado de Refuerzo de las Exportaciones e Inversiones Exteriores sellado ayer por el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, el Icex, Invest in Spain, los órganos de promoción exterior de las CCAA, la CEOE y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio.

Todos los presupuestos van a encoger aún más de lo que ya lo han hecho. En 2010, el Icex tuvo un presupuesto para promoción exterior de 200 millones de euros, las autonomías, en torno a 240 millones, y las cámaras de comercio, 120 millones. Mejor unir los recursos futuros en vista de que van a mermar y de que las exportaciones están llamadas a jugar un papel crucial en la salida de España de la crisis. El Gobierno prevé en sus objetivos de PIB un incremento de las exportaciones del 9,3% este año frente a una caída del 1,6% en la demanda interna. Y para 2011, el objetivo es exportar un 6,4% más para contrarrestar una demanda interna plana.

Una de las medidas principales que se prevé poner en marcha en el marco del plan sellado ayer es la creación de una nueva fórmula de financiación a través de la línea ICO Liquidez del Instituto de Crédito Oficial. La idea es modificar la fórmula que se utilizaba hasta ahora, por la que el ICO asumía una parte de los intereses de los créditos de exportación, y sustituirla por un aval del Estado que garantice a la entidad financiera la recuperación del 75% del crédito. La primera partida que se prevé destinar a este fin es de cien millones.

También se prevé integrar al máximo los sistemas de formación e información puestos en marcha por los organismos que forman parte del Consejo. El punto de encuentro será el llamado Programa PIPE, que ha ayudado a 7.000 pymes a salir al exterior, el 80% de las cuales se han convertido en exportadores regulares (más de cuatro años seguidos exportando).