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La Policía francesa desmantela la 'jungla' de Calais

El ministro de Inmigración anunció la semana pasada la destrucción del campamento en la frontera con el Reino Unido que alberga a cerca de 800 personas. Hay 278 detenidos, 132 de ellos menores

PÚBLICO.ES

A las 7.30 horas las excavadoras empezaban a tirar abajo el campamento de inmigrantes de Calais, más conocido como la 'jungla', abriendo una incógnita sobre la situación a la que se exponen en las próximas horas los cerca de 800 inmigrantes que vivían allí.

Según los medios franceses a esa hora sólo estaban presentes ya unos 150, que fueron avisados con megáfonos de que las operaciones para destruir sus casas iban a comenzar. Situada en la localidad de Calais, la 'jungla' se ha convertido desde 2002 en el punto de encuentro de inmigrantes de todas partes del mundo que buscan conseguir un permiso de asilo en Francia y el Reino Unido.

La semana pasada, el ministro francés de Inmigración, Eric Besson, anunciaba su desmantelamiento para mejorar la seguridad en la ciudad.

La prefectura de Calais informó de la detención de 278 inmigrantes, de los cuales 132 son menores. Según los medios franceses, el destino de estas personas son los centros de retención, donde esperaran hasta ser repatriados. Si bien la semana pasada Besson dijo que se estudiarían los casos uno por uno antes de tomar una decisión, todo hace indicar que con el endurecimiento de las leyes de inmigración francesas, su destino es un avión rumbo a sus países de origen.

El miedo de las asociaciones de derechos de los inmigrantes es que  esta acción de las autoridades va a dejar sin casa a cientos de personas. La oposición ya criticó la semana pasada la decisión sugiriendo que lo único que iba a provocar esta decisión es que los inmigrantes levantarán sus asentamientos en otra parte.

Durante toda la noche los activistas acamparon en la zona y han denunciado el dispositivo 'exagerado' de las autoridades.

Besson dijo esta mañana en una entrevista a la emisora RTL que el objetivo del Gobierno era desmantelar el campamento para acabar con las redes ilegales de inmigración, a la vez que anunció más desmantelamientos en los próximos días. El ministro calculó que las mafias cobran entre 12.000 y 15.000 euros por llevar a cada inmigrante hasta Calais.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur)ha exigido a las autoridades francesas que 'las personas que quieran pedir asilo tengan un acceso total y justo a este proceso, incluyendo el derecho a recurso. Además, mientras se estudia su petición deberán ser alojados adecuadamente'. El portavoz de la organización, Andrej Mahecic, dijo además que Francia debería 'tomar medidas especiales para los menores no acompañados'.

La mayoría de los inmigrantes desplazados en calais son de origen afgano y dada la situación de conflicto en su país, buscan el asilo político. Sólo en el caso de estos, Besson sugirió la semana pasada que se evaluaría a fondo su situación por el peligro que podría suponer devolverlos a su país.

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