Mariano Rajoy acude mañana jueves al Congreso del PP Europeo (PPE) en Dublín (6 y 7 de marzo), acompañado en primer término por la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, sin haber despejado las dos principales dudas sobre la posición de los conservadores españoles en Europa: quién liderará la lista del PP a las elecciones del 25 de mayo y a qué puestos de poder opta el partido en las instituciones de la UE, después de que nuestro país perdiera por primera vez en 2012 su puesto en el comité ejecutivo del BCE tras la marcha de José Manuel González-Páramo.

Cuando el nombre del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, parecía ya el único aspirante a liderar la lista del PP para el 25-M , desde las primeras y segundas filas del partido empezó a lanzarse la semana pasada otro candidato 'muy posible' si Rajoy no logra asegurarse un puesto de comisario para Arias Cañete en la próxima Comisión Europea, lo cual podría frenar su intención de mandarlo al Parlamento Europeo. El citado candidato a candidato, el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, dada la intensidad del rumor salido de sus propias filas (Congreso y partido), se vio obligado a desmentir el lunes que Rajoy o Cospedal estén barajando su nombre para liderar la lista europea. Con todo, fuentes del PP insisten en que Pons -que también irá  Dublín- podría ir 'de número uno o dos' en la citada candidatura en función de la decisión que el presidente tome con respecto a su ministro de Agricultura. O, mejor, en función de la decisión que el PPE adopte desde mañana con respecto al lugar que cree que debe ocupar España en la UE. 

 ¿Por qué el nombre de Pons ha sido lanzado con tanta fuerza desde su propio partido y faltando tan poco tiempo para que se desvele oficialmente la incógnita que tiene al partido en vilo desde hace meses? Existe, según fuentes próximas a la cúpula del PP, un 'interés interno evidente' por lanzar esta posibilidad, aunque respondería más a los deseos de que haya una crisis de partido que fuerce la remodelación de la cúpula de Génova y que es más acuciante aun que la convicción de los conservadores de que Rajoy debe hacer un cambio de Gobierno para afrontar la segunda parte de la legislatura. La salida de Pons hacia Europa podría alentar a Rajoy para hacer de una vez esa ansiada remodelación.

Las voces en el PP que creen que el partido necesita un cambio de dirección son cada vez más numerosas y lo son desde que el caso Bárcenas alcanzó su punto álgido con la publicación de los papeles del extesorero y la gestión de Cospedal quedó en entredicho por considerarse muy personalista y alejada de los intereses del partido, lo contrario de lo que se pretende de su responsabilidad. La secretaria general llegó a dejar a Rajoy a los pies de los caballos asegurando que fueron él y Javier Arenas quienes negociaron el sustancioso finiquito de Bárcenas, la famosa indemnización 'en diferido' justificada por la número dos del PP.

En lo que discrepan en el partido es en los cambios que debería suponer su remodelación. Se habla de la debilidad de Cospedal tras la desautorización de Rajoy por el candidato a liderar el PP andaluz respaldado por la secretaria general y Juan Ignacio Zoido, hasta el domingo presidente del partido en Andalucía, José Luis Sanz, y sobre el que se impuso, en el último momento, Juan Manuel Moreno por indicación del jefe del Ejecutivo, aconsejado por Arenas.Desde entonces, crece la reivindicación interna para que Cospedal deje la Secretaría General del PP y se centre únicamente en la Presidencia de Castilla-La Mancha.

Sin embargo, otros conservadores creen que quien tiene todas las papeletas para salir el primero es Arenas y subrayan que su triunfo en la designación del líder del PP andaluz 'ha sido el último'. Cospedal podría cumplir entonces el pronóstico que hacía su entorno hace semanas con respecto al vicesecretario de Política Territorial, minimizando su éxito en la elección de Moreno sobre la propuesta de la secretaria general. El último informe de la UDEF sobre la implicación directa de Arenas en los negocios de la trama Gürtel con el Partido Popular dejan al exministro en muy mal lugar y ésa es justo la información que Cospedal y su reducido círculo de confianza estaban esperando desde las pasadas navidades para situar a Arenas en la casilla de salida. 'Hay que romper con esta etapa de una vez por todas', concluyen.