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El precio de una entrada de cine varía hasta un 170% según la ciudad

El precio medio es de 5,96 euros un día laboral y 6,13 los fines de semana y festivos. Oviedo y A Coruña, las más caras, frente a Teruel y Melilla, las más baratas

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Facua ha realizado un estudio comparativo sobre los precios de 158 cines en las cincuenta capitales de provincia de España y las dos ciudades autónomas, en el que ha detectado diferencias de hasta el 170%. Así, los precios los días laborables oscilan entre los 3,00 y los 8,10 euros, según el cine.

Una entrada de cine cuesta una media de 5,96 euros a nivel nacional, aunque los fines de semana, días con más afluencia de público, el precio alcanza los 6,13 euros, un 2,8% más. El precio medio de la entrada en día normal está un 3,6% por encima de los 5,75 euros registrados en 2008, aunque hay que decir que los anteriores estudios de FACUA se hicieron sobre treinta y tres capitales. En 2007 la media fue de 5,41 euros; en 2006, 5,22 euros; en 2005, 5,05 euros y en 2004, 4,80 euros.

Según el estudio, Oviedo es la capital más cara ya que una entrada cuesta 7,20 euros de media en días laborables. Le siguen A Coruña, donde hay que abonar 7,16 euros de media, Barcelona, con 7,05 y Madrid con 6,91 euros. En cuanto a los precios medios más bajos, son los de Teruel, 3,00 euros, Melilla, 4,00, Granada, 4,50, y Palencia, 4,83 euros.

De los 158 cines encuestados, el Cinesa Heron City, de Barcelona, es el que alcanza el precio más alto, 8,10 euros, seguido del Cinesa Diagonal, también de la ciudad condal, con entradas a 7,80 euros. Tras ellos, el Yelmo Cines Plenilunio, en Madrid, con 7,60 euros, y el Cinebox Plaza Norte 2, en San Sebastián, en el que el precio es de 7,50 euros. El cine más barato se encuentra en Teruel, 3,00 euros, seguido de sendos cines de Ourense y Palencia, 3,50 euros, y dos de Granada, 4,00 euros.

La asociación denuncia también la imposición 'ilegal' que establecen muchos cines de entrar en las salas exclusivamente con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, cuyos elevados precios llegan a ser, en el caso de los refrescos, hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos. La citada imposición es una cláusula abusiva establecida en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.

Otra crítica es que numerosos cines no cuentan con un buen aislamiento acústico entre sus salas o con respecto al exterior. Asimismo, una queja frecuente de los consumidores es que las primeras filas de muchos cines están extremadamente cerca de la pantalla, lo que supone tanto incomodidad como la pérdida de calidad en el visionado de la película.

Además, pone de manifiesto que en muchos multicines, la falta de operarios suficientes para controlar las proyecciones hace que sean los espectadores quienes tengan que avisar cuando se produce una avería y la película se para, se queda sin sonido o imagen o su calidad es deficiente. Por otro lado, la organización indica que los usuarios también deben exigir que las salas, al igual que los lavabos, se limpien entre cada sesión.

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