Una docena de periódicos editados en Cataluña lanzaron el jueves una defensa del Estatut en forma de editorial y pidieron al Tribunal Constitucional que no rebaje los elementos esenciales de una ley orgánica que fue aprobada por las Cortes y por el pueblo catalán en referéndum.

El editorial conjunto se publica en un momento en el que se han multiplicado las declaraciones por parte de políticos catalanes sobre la supuesta inminencia de una sentencia desfavorable sobre el Estatuto de Cataluña.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo esta semana un llamamiento a la calma y se mostró confiado en "el buen criterio" del Constitucional, expresó su respeto por un texto que fue calificado de "intolerable" por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, al considerarlo un tipo de presión al TC.

"Mi respeto a la libertad de expresión. Lo he leído con mucho interés", dijo Zapatero a periodistas en el Congreso.

El presidente de la Generalitat catalana, el socialista Josep Montilla, mostró su agradecimiento a los medios que se adhirieron al editorial y aseguró sentirse "identificado" con el texto, que recibió "con satisfacción".

"Es un gesto muy importante por lo que tiene de simbólico, pero también porque creo que recoge y expresa lo que siente en este momento la mayoría del pueblo de Cataluña", manifestó

entre ellos La Vanguardia y El Periódico de Catalunya - exponen en un texto titulado "La dignidad de Cataluña" la preocupación que existe en la sociedad catalana ante la posibilidad de que el TC recorte algunos de los puntos de la norma promulgada en julio de 2006.

"Hay preocupación en Catalunya y es preciso que toda España lo sepa. Hay algo más que preocupación", dice el editorial.

"Hay un creciente hartazgo por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad", añade.

El Estatut fue recurrido por el Partido Popular ante el alto tribunal, que este jueves retoma el debate sobre la constitucionalidad de un texto que, entre otras cosas, define a Cataluña como nación, recoge la relación entre el Estado y la Generalitat, y reconoce el derecho y el deber de la población a conocer la lengua catalana.

El editorial cuestiona que el Constitucional, que lleva tres años y medio evaluando el Estatut, se haya visto forzado a actuar como "cuarta cámara legislativa", puesto que el texto fue aprobado ya por el Parlamento catalán, las Cortes Generales y la población catalana en referéndum.

Además, plantea dudas sobre el hecho de que cuatro de los 12 miembros de la cámara que van a tomar la decisión hayan agotado su mandato, otro haya sido recusado y otro haya fallecido.

RUPTURA DEL "MARCO DE CONVIVENCIA"

El editorial dice además que una sentencia contraria al Estatut podría romper el "marco de convivencia" que ha imperado en España en los últimos 30 años.

"El dilema es avance o retroceso; aceptación de la madurez democrática de una España plural, o el bloqueo de ésta. No sólo están en juego este o aquel artículo, está en juego la propia dinámica constitucional: el espíritu que hizo posible la pacífica transición", dice el texto.

El director de La Vanguardia, José Antic, aseguró que los periódicos no quieren presionar al tribunal, sino ofrecer una visión sobre lo que opina la sociedad catalana en conjunto.

"Queremos reflexionar desde la moderación, desde la templanza, queriendo sumar a lo que es la esencia de Cataluña, una Cataluña que quiero recordar que en todas las encuestas se pronuncia tan catalana como española ... a eso le hemos querido responder", declaró en RNE.

Por su parte, Josep Antoni Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, destacó que este asunto ha provocado un "empeoramiento como nunca en las relaciones entre Cataluña y España".

"Yo creo que nadie ha de esperar una resignación por parte de los catalanes", dijo a Reuters, aunque agregó que eso no ha de suponer "necesariamente una radicalización hacia el independentismo".