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El primer ministro chino calma al mundo tras el escándalo lácteo

Reuters

El primer ministro chino, Wen Jiabao, intentó el sábado tranquilizar al mundo de que su Gobierno se ha tomado en serio la seguridad alimentaria ante el escándalo desatado por la venta de leche en polvo contaminada.

Miles de niños chinos han enfermado por consumir la leche de fórmula contaminada con melamina, que puede provocar cálculos renales, y varios países en todo el mundo se han apresurado a prohibir o retirar los productos lácteos hechos en China.

"Demuestra que cualquier país, cuando se está desarrollando, debería prestar atención especial a la ética profesional, corporativa y social", dijo Wen en una reunión del Foro Económico Mundial en la ciudad portuaria de Tianjin, en el norte del país.

El escándalo también demostró que China aún afrontaba muchos problemas y que necesita mejorar sus procesos de producción, calidad y supervisión, agregó el primer ministro.

"Este tema no ha terminado aún, pero por favor estén confiados en que nosotros pronto desvelaremos planes para mejorar la industria de alimentos", sostuvo Wen. "Mi Gobierno y yo llevaremos a nuestro pueblo a través de este duro viaje".

El viernes, Camerún fue el último país en suspender las importaciones y venta de leche fresca y fórmula láctea desde China, después de que Benin impusiera una prohibición el jueves.

China hará todo lo posible para que las personas en el país y en todo el mundo tengan confianza en sus productos, reconociéndolos como de alta calidad, indicó el primer ministro.

El país podría tenerlo difícil para intentar recuperar la confianza del resto de la comunidad internacional, sobre todo porque éste es sólo el último de varios casos de calidad y seguridad en los productos chinos.

El Gobierno también ha señalado que funcionarios locales no informaron a tiempo de la contaminación de las leches con melamina. En 2003, China también encubrió inicialmente la epidemia del SARS.

"China no pretendía encubrir la verdad cuando el incidente ocurrió", dijo Wen. "En lugar de eso, intento resolver el problema. Creo que no decepcionaremos a los empresarios aquí, así como a nuestra gente y a personas en el resto del mundo".

Aunque el Gobierno ha insistido en que "no habrá más malas noticias" y que la mayoría de los últimos análisis no muestran melamina en productos salidos de las factorías, sigue informándose de nuevos casos de niños malos.

El Beijing Times ha publicado que hay otros 176 nuevos casos de cálculos renales en niños en la capital.

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